La bestia, la bella y el bucle de tiempo

Capítulo 17: Locura.

Did you ever want it?
Did you want it bad?
Oh, my
It tears me apart

(...)

Bleeding, I'm bleeding
My cold little heart
Oh I, I can't stand myself

And I know
In my heart, in this cold heart
I can live or I can die.

[Cold little heart -- Michael Kiwanuka]

La respiración se hacía pesada a medida que acomodaba su cuerpo al nuevo espacio. Ya se sentía cansado, tanto viaje a través de distintas dimensiones seguro le comenzaban a pasar la cuenta. Empezaba a sentir deseos de regresar a su presente cuando comenzó a fijarse en lo que tenía a su alrededor.

Se encontraba acostado, en una cama pequeña, pero cómoda. Lentamente se erguía, para notar las paredes pintadas de un color claro que facilmente podía asemejar un blanco, pero sabía que no lo era. Habían luces, pero estaban apagadas puesto que era de día, así que contaba con toda la luz natural entrando por una gran ventana con cortinas corridas para lograr su propósito. El cuarto, de espacio mediano, era solo para él, pero continuaba sin saber donde estaba, aunque esta vez había un cambio. Ya no se encontraba como un ente presenciando todo desde fuera sin ser visto, ahora por fin habitaba un cuerpo, el de aquel lugar. Lo notó cuando sintió la respiración en él, la sangre fluir y observó sus manos ahora más grandes, desgastadas con el tiempo. Contaba con pequeñas marcas de agujas en ellas, lo cual le extrañó.

Buscó un espejo, pero no encontró. No le quedó de otra que mirar su reflejo en el vidrio y ahí comprobó que efectivamente se trataba de él en aquella dimensión. Un Deku adulto y desgastado. A través del vidrio contempló su paisaje, un breve jardín utilizado por personas extrañas con actitudes iguales y ropa similar. Reparó en esto y grande fue su sorpresa al ver la bata de hospital sobre su cuerpo. Buscó más evidencia y encontró aquel aparato junto a su cama donde suelen colocar el suero, pero se encontraba sin este material. Cuando estaba decidido a salir por la puerta, ésta se abrió repentinamente. Era Todoroki.

''Deku, estás en pie. Contemplando el paisaje, supongo'' mencionó con un dejo de incredulidad.

''Shoto, ¿qué...?'', pensó sus siguientes palabras. Debía averiguar sobre este lugar, pero sin levantar sospechas. ''¿Cómo has estado?''. Era lo más sencillo.

''Bien, desde la última vez que nos vimos, ¿y tú?'', terminó de entrar en la habitación, dejando algunas cosas sobre la pequeña mesita junto a la cama y luego sentándose sobre esta.

''Bien. De hecho, hoy me siento con más energía'', mentía.

''Es bueno de escuchar. Te traje algunos dulces'', hizo seña a lo que había dejado anteriormente.

''Gracias. ¿Y cómo están los demás?'', quería saber si efectivamente se encontraba en un hospital, y el motivo de estar en un lugar así, pero no podía actuar como un loco. Quería pensar que tuvo una gran y complicada pelea con algún villano, por lo que ahora necesitaba reposar.

''Todos bien. Momo me acompañará la siguiente visita, te mandó sus cariños''. Deku no pudo evitar la cara de sorpresa. El amor entre Momo y Todoroki era tan fuerte que no había bucle ni dimensión que los pudiera separar, en todas ellos estaban juntos.

''Que lindo de su parte. ¿Y cuando podré ir yo a visitarlos?'', listo, no se resistió.

''Midoriya...'' dijo el bicolor con un suspiro bajo, ''sabes que aún no tenemos certeza de aquello. Debes ponerte realmente bien para hacerlo. Y yo realmente quiero y espero que sea así, todos quienes te esperamos fuera''.

''¿Cuánto tiempo llevo ya aquí?'', su amigo lo miró dudoso y trato de arreglarlo, ''sabes que no tengo completa certeza del tiempo aquí dentro''.