Capítulo 10: ¿Cómo continuamos?

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Esto es el cielo es mi cielo

Amor fugado

Me tomas, me dejas, me exprimes

Y me tiras a un lado
Te vas a otro cielo
Y regresas como los colibríes
Me tienes como un perro a tus pies

Otra vez mi boca insensata

Vuelve a caer en tu piel
Vuelve a mí tu boca y provoca
Vuelvo a caer de tus pechos a tu par de pies

(Labios compartidos – Maná)

El té se helaba. Momo escuchaba atenta. No pudo evitar sonrojarse un poco cuando Uraraka habló sobre sus intimidades con Bakugo. Porque la castaña no se habia guardado nada, y la morena lo agradeció. Tanto por su amistad como por aprender, ya que no pudo evitar consultar sobre ciertas reacciones propias del cuerpo al momento de intimar. Jamás imaginó que la ''relación'' de Uraraka y Bakugo fuera tan avanzada; que la tierna e inocente Ochako Uraraka se hubiera atrevido a tanto. Ella apenas pasaba de unos cuantos besos y caricias con aire de más junto a Todoroki. Ahora se sentía en desventaja.

''¿Y? ¿Qué opinas?'' finalizó Uraraka, Momo casi rió.

''¿Mi opinión? Ochako, no importa. Importa lo que tu sientas''

''¿No estas molesta? Por haberte ocultado tanto...tu siempre me hablas sobre Todoroki''

''Porque él no es Bakugo...me explico...de cierta manera, las personas podian relacionarnos por nuestras peculiaridades, familias o notas. Pero tu y Bakugo, osea...ni en un millón de años. Pero eso es exactamente lo que los hace especiales. Y la conexión que tienen...te entiendo tanto, me pasa que cuando beso a Todoroki siento un dulce sabor, que no siento ni con la comida más deliciosa. Y, cuando antes de llegar aquí besé al hijo de los amigos de mis padres...no sentí eso. Es más, fue un beso amargo''. Uraraka se sentia en las nubes por el apoyo recibido.

''¿Y crees que las demás se molesten cuando se enteren?''

''Si realmente son tus amigas, no deberian. Y no es necesario que les des tantos detalles como a mi...estoy segura que ellas también se han guardado cosas...yo también me he guardado algunas...'' dijo esto con sonrojo de nuevo. Uraraka colocó expresión de sorpresa fingida.

''Yaoyorozu Momo...esta bien, cuando quieras...puedes contarme'', Uraraka pretendía hacerse la desinteresada, pero en el fondo moría por saber los detalles.

''¡Te contaré!'', colocó sus manos en su rostro, ''en agradecimiento por todo lo que me has dicho tu...aunque de ahora en adelante deberás ser mi mentora en cuanto a estas cosas''

''Lo seré...ya verás que el sexo es delicioso'' hizo un gesto con su mano y Momo le arrojó una almohada por lo que acababa de decir. Ambas rieron.

''No sé que cara pondré cuando te cases de blanco y tu madre jure que vas virgen''. Esto ensombreció a la castaña, ''ay la cagué'' dijo rápida Momo. Ella no era de usar palabrotas, pero en la intimidad con sus amigas se relajaba. Más aun cuando realmente la cagaba.

''No pasa nada. Son pensamientos de niña boba que vienen a mi''

''Sácalos. Esos son justamente los que te enferman''

''Nunca quise fallarle a mis padres, pero Bakugo...Dios, es tan irresistible. Aunque él me hubiese pedido ser su novia y jurado respeto hasta el matrimonio, yo no hubiera aguantado. Además, quisiera casarme con Bakugo, tener sus bebés, conocer a nuestros nietos, empujar su silla de ruedas y luego esparcir sus cenizas'', finalizó con un gran suspiro.

''Vaya, amiga...si que te dio fuerte. Estas enamorada''

''¡Pero él no puede saberlo! Y no seré quien primero le diga te amo''

La bestia, la bella y el bucle de tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora