Poción fallida (Harry x Draco )

16

—Les juró que yo no hice nada —dijo Draco al entrar a la enfermería con un chico desmayado entre sus brazos.

—¡POTTER! —Gritó Wainscott en cuanto diviso al joven, sus manos rápidas lo atrajeron con un flureteo a una de las blancas camilla.

—¡Santo cielo! —Exclamó.

—Hubiera deseado que fuera un error ¿Cómo puede ser posible que no se haya mostrado en los otros exámenes?

—¡Santo cielo! —Volvió a exclamar— Debemos contactar enseguida con urgencias para que envíen a alguien —Sus pies fueron directo a la chimenea donde comenzó a gritar ordenes y llamados urgentes.

Draco miraba desde la entrada como todos se movían, sentía en su pecho una opresión al pensar que fue su culpa, cuando lo vio en el pasillo pudo ver en sus ojos el como se rompía y luego se veía tan decidido que pensó que se le tiraría encima a lo muggle pero nada llego, esperaba que llegara algo para que todo terminara de una vez, para que volvieran a sus riñas y la salud del chico dejara de ser su responsabilidad como le había dado entender su padrino, era mucho para sus pequeños hombros, el aun era joven, le faltaba crecer, no quería que una vida dependiera de él, no de nuevo.

—Quienes no deban estar aquí despejen la sala —ordenó el hombre recién salido de la chimenea directamente a él ya que no había nadie más allí. No sabia si realmente irse, sentía que era su responsabilidad, por suerte no tuvo que decidir porque la Señora Pomffrey decidió por él al arrastrarlo hasta afuera.

—El estará bien, no es necesario que se preocupe —le dijo a la rápida para intentar irse, sin embargo Draco la detuvo.

—Es mi culpa, yo le he hecho sentir mal, su corazón esta mal por mi culpa, por la poción y por mi —dijo desesperado, ahora no solo le debía.

—No es así joven Malfoy, esto no tiene nada que ver con usted —dijo para volver intentar irse pero al ver que no podría decidió explayarse un poco más— Es el acónito, no usted, ahora  déjeme ir a hacer que ese chico siga viviendo de milagro una vez más.

La sangre salía de su cuerpo para entrar en una maquina que la volvía a ingresar en él, era la única forma que pensaron para curarlo parcialmente después de estabilizarlo, de alguna forma el veneno de la planta se seguía esparciendo y creciendo.

—Han habido casos así antes, con otro tipos de venenos pero siempre de la mano de un maleficio, podemos probar el antídoto, creo que es nuestra mejor opción.

—Hogan— Llamó, un bufido se escucho en la sala— lo siento, Medimago Hogan, puede que sea la mejor opción pero ¿Qué le haría a su sistema si no funcionara? No creo que este muchacho tenga más fuerzas.

—Es sorprendente pero es mucho, mucho para cualquiera y si usted supiera.

—Harry Potter, creo que todos sabemos que tuvo que pasar, pero aun así él.

—No, no es solo lo que dicen, es más de lo que incluso sabemos, díganos. —Rogó Pomfrey— No somos tontas, estamos en el mismo campo, yo también estudie lo mismo que usted, y estoy consiente que solo esta hablando de un medicamento experimental con pocos usos, pero buenos resultados, pero no estamos en el mismo panorama, esto no es el mismo caso, y debemos hacernos cargo de estas decisiones.

—Entiendo —dijo rendido, al igual que él e incluso más ellas estaban a cargo del caso, el solo estaba allí porque venenos y maldiciones era su especialidad—  si esto falla también lo hará su hígado y corazón, pero debemos pensar lo mejor y aunque fuera el caso ninguna institución lo ignoraría, estamos hablando del salvador del mundo mágico. Señoras, sé que están preocupadas, pero en este momento deben ser objetivas, son quienes llevan su caso.

Todo a su alrededor estaba oscuro, incluso después de abrir los ojos, sabia que estaba en la enfermería, y por el peso sobre sus piernas sabia que no estaba solo, se levanto como pudo y vio a Mione durmiendo, las lagrimas empezaron a caer, el dolor sobre su corazón se desvaneció un poco, no lo suficiente para sentirse bien pero si para poder desahogarse, su llanto aumento y empezó a hipear, escucho una silla ser arrastrada y de pronto unos brazos envolverlos, el olor a chocolate lo hizo sentir cálido, un gritito salió de su garganta y su prisión aumento más hasta hacer adormecer su mente.

—Se volvió a dormir. —aseguró Hermione ya despierta.

—Sí

—Me duele verlo así ¿Sabes? Él siempre ha sido mi hermano, me ha defendido desde siempre, ha estado en los momentos en los que incluso tu no pudiste, ha sido quien escucha mis plegarias, mis suplicas, mi llanto, ha hecho de mi vida algo más feliz, me ha sacado de mis libros y me metió a este mundo contigo, lo amo, Ron.

—Yo también lo hago, es mi mejor amigo, mi hermano, me hizo destacar cuando yo era el final de la cadena alimenticia, me hizo lo que soy, le debo más que mi vida y estoy dispuesto a dársela a cambio de que el tenga un solo momento de felicidad —una lagrima escapo de él— Mione yo ya no sé que hacer.

—Yo tampoco...

—Solo nos queda pedir por él, a cualquier deidad porque ya no hay nada que este en nuestro poder.