Plomo negro y carmesí.

"Crepusculo"

 “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es, y cuando la muerte es, nosotros no somos.”

Las horas eran largas, sin lograr conciliar el sueño dio otro trago a su bebida.

— Se verán tu y él para el intercambio... Se hablará sobre el traspaso de territorio.

La cabeza del pelirrojo daba vueltas, no sabía que hacer a pesar de que Basil había dicho que él se encargaría, un peso le sofoca en el pecho.

Jamás podría perdonarse el haber involucrado a Trafalgar, y menos si le sucedia algo.

En otra situación habría peleado sin pensar en cuantas vidas tomara ese enfrentamiento por territorio.

— Debería dormir un poco, aún falta para las 3.

— Nunca había deseado tanto el poder adelantar el tiempo... esto es mi culpa..

— No es culpa de nadie. — Respondió Aurora retirándole las botellas de alcohol que tenía el hombre frente a él, todas medias.

— Sabía que era débil si hacia caso de mis sentimientos... si yo no hubiera... Trafalgar estaría a salvo.

— Entonces tendría que no haber sido tan "débil" Para dejarse herir desde el principio.

El pelirrojo le miró sin entender.

— Las casualidades no existen... siempre estuvo destinado su accidente, que Law fuera quien le atendiera, eso fue la primera señal. — Comentó la mujer mientras ponía agua en la cafetera.

— La segunda fue en su recaída; pudieron haber buscado cualquier otro doctor, no sean ilusos ni se hagan tontos diciendo que sólo él podría ayudarte.

Kid continuaba atento a lo que decia la mujer, ¿Es que todo era tan obvio que sólo él no lo veia?

¿Es que todo esto era lo que la gente llamaba destino?...

— Aún así esto es por mi culpa... por la vida que llevo.

— Digamos que no es una vida muy honesta sí... aunque todo esto es muy extraño ¿No lo cree?

Comentó la mujer mientras le pasaba una taza con agua caliente y un sobre de té.

— ¿A que te refieres?

— Sí, nadie sabía de su relación con Trafalgar, ni tus subordinados de confianza, sólo ¿Mildret?

— Monet.

— Monet, pero ella también resultó herida.

— ¡¿Vez lo que te digo!? Yo sólo...

— Déjeme terminar. - interrumpió la mayor. - Excepto ella, ¿No cree que alguién más sabía? Que alguien trata de sacar ventaja de eso...

Kid lo medito un momento, ya antes habían tratado de derrocarlo desde adentro, sin embargo esta vez era diferente, no creía que alguno de sus subordinados fuera capaz de traicionarlo, no a estas alturas.

No sabiendo de lo que era capaz.

— Sólo piénsalo. — Sonrió la mujer tomando cálidamente su mano. — Vaya, duerma un poco.

Sin dejarle rechistar, lo mandó a dormir ahora con una duda más en su mente.

•

Aquella madrugada, había demasiado movimiento, la voz de Basil, la de Killer y la de Kid resonaban desde diferentes puntos, no había ni 5 min de descanso para nadie ni nada.