"Umbra"

296 27 9
                                    

Oscuridad, mientras sigas oculto tras ese velo negro, yo la luz voy a encontrarte"









— Y pensar que antes vendería mi alma al diablo con tal de salir de aquí, ahora es el mismo demonio quien me tiene prisionero.

Dio un sorbo a su café, reposando sus codos sobre la barra en la cocina.

— ¡Buenos díaaas Law! — Con su eufórica actitud la peliverde entró a la habitación.

No lo engañaba, aquella sonrisa era porque saldrían.

— Buenos días.

— ¿Y bien?

— ¿Bien qué? — Cuestionó con una ceja en alto.

— ¿Cómo te fue ayer?

— Eso no te incumbe.

— ¡Oh vamos! ¡No me vas a decir que no pasó nada interesante con Kid!

— No.

Chillando molesta, la chica se removió en su silla haciendo una rabieta infantil. — Camino a tu ciudad me cuentas.

— ... A noche...

— ¡Hey ustedes dos! Bellamy los está esperando a diferencia de ustedes, hay quienes sí tienen cosas que hacer.

Killer habían entrado a la habitación; con aquel ceño fruncido y su cara de pocos amigos, que ahora se veía aún más tétrica.

Law pensó cuánto llevaría ahí y qué tanto habría escuchado.

— Vamos ya Monet, gracias Satsuriku.

— Fue un placer... estúpido. — Le maldijo el rubio cuando estuvieron lejos de él.

¿Había escuchado bien? Monet había dicho algo de Kid, pero... ¡No! No... simplemente no podía ser lo que él creía.

Maldiciendo internamente, salió rumbo al estudio junto con los otros.

Aquel día tenían la entrega de un gran cargamento y por primera vez en todo el tiempo de su recuperación Kid iría con ellos.















Tenía todo listo, de hecho, no tenía nada que empacar o llevar a casa, limitándose a usar una pequeña maleta de mano con un localizador y simples cosas que había obtenido en su estancia en la casa de seguridad.

Suspiró, ya sabía quién estaba parada en la puerta, ya estaba escuchando el "¿Ya nos vamos?"

— Ya te dije que esperes con Bellamy, no tardo.

— ¿Y yo porque tengo que ir con el idiota de Bellamy? — Kid estaba de pie en la puerta de la habitación, arqueado una ceja y manteniendo una expresión de extraño.

— Pensé que eras Monet.

— ¿Regresarás?

Un sentimiento en estómago y en el pecho golpeó al moreno, era felicidad y quién sabe que tanto más.

El rostro de Kid no decía nada, pero aquellos ojos ámbar estaban llenos de una incertidumbre, angustia o un ¿miedo? notorio.

— Te dije que regresaría si así me dejabas.

— No quiero que te vayas en primer lugar.

— Tengo que ir a ver Cora-san... algún día lo conocerás.

Plomo negro y carmesí.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora