Plomo negro y carmesí.

"Amanecer"

"When I was young, I thought the world of you
You were all that I wanted then
It faded and I never saw you again
But I won't forget the love we had"

Era todo un sueño, todo tenía que ser un maldito sueño, en otras circunstancias el abría muerto en cama, acompañado de su cancion favorita. Pero no, ahí seguía, viviendo

Eso ni siquiera era vida, no para él ahora ninguna vida era algo, no sin esa parte que lo había marcado con tanto.

Despertó, sentía un dolor en la espalda y ni aquel colchón ortopédico tenía una pizca de blando; ya deberia haberlo lanzando desde el quinto piso donde estaba.

Suspiró sabía que no tenía porque desquitarse con objetos inocentes pero su coraje y su dolor no lograba saciarlo con nada, ni al gritar tan fuerte quedándose afónico a tal grado de casi rasgar sus cuerdas vocales y dejarlo sin habla.

Nada era suficiente aún, y nunca sería suficiente… Law recordó.

— "Decían que yo era la persona más oportuna para decirte esto, pero… ni si quería sé cómo hacerlo… te conozco demasiado bien, Law, y es mejor que lo sepas ahora"

Law apenas había despertado, habia sido inducido al coma por sus heridas cerebrales, esto con fin que su organismo se relajara y permitiera que su cerebro se cure mientras baja la inflamación.

Varios días inconciente a base de los sedantes y analgésicos que aliviaba un poco el dolor de sus heridas; tenía vendas por todos lados, puntos de sutura, moretones y las marcas de tortura que tardarían demasiado en quitarse. Una de las vendas cubría todo su ojo izquierdo, habia sido difícil y casi imposible pero de milagro le habían salvado el ojo, ahora solo tenía que ser la larga y tediosa recuperación

Un corset de yeso le cubría el torso, logrando acomodar su costilla fracturada. Haber dormido todo ese tiempo había sido lo único que pudo aliviar el mal estado del azabache, logrando bajar la hinchazón y desinflamar sus heridas.

Aquella tarde, Rocinante se encontraban en casa junto a Monet, le habían llevado a un lugar seguro para evitarles algún daño.

La puerta se había abierto violentamente dejando ver a los dos rubios, uno con alguien en brazos.

Lo ojos café del hombre se abrieron inmensos y lágrimas imposibles de detenerse bajaron por sus mejillas; su hijo, su mejor amigo, su Law, al borde de la muerte.

Monet se acercó a Basil quien sólo negó, haciendo que la chica se cubriera la boca, y soltara un llanto quedo.

Aunque el pánico se había apoderado de el, de inmediato el mayor recobró la calma, pidiendo que llevaran Law a su hospital, cosa que obedecieron los otros dos.

La intervención médica había llevado horas, junto a Monet, Rocinante había salvado de la muerte a su hijo, dejándolo fuera de peligro como lo veía ahora. Eso había sido hace tres días.

— N-no entiendo que esta pasando, ni siquiera se cómo llegué aquí… sólo recuerdo ver a Kid y después oscuridad.

— Es sobre Eustass Law…

La puerta se abrió, por unos instante el inocente corazón de Law pensaba que sería el pelirrojo, más una chica cabello verde entró con una sonrisa poco animada.

— Hola…

— Hola Monet… Cora-san me iba a decir algo sobre Kid.

La chica vio al mayor, quien mantenía su mirada agachada y temerosa.

— Law, en el momento de tu rescate, todo se salió de control, el hombre que te tenía secuestrado planeaba acabar con Kid, todo era una trampa... — Explicó la mujer con toda calma.