Fragmentos de historias de cualquier género.
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Lo lancé al piso y este comenzó a toser y llevarse las manos al cuello. Los otros 3 no bajaron las armas aun viendo a su líder estar libre de mi agarre, supongo que a pesar de haberle soltado ellos aun me están considerando una amenaza pequeña. - Tks... Tks... Bie-bien muchacho.- dijo entre quejidos y una tos seca.- no está mal desconfiar, pero no lo hagas de la persona que te ha salvado la vida, ¿ok?
Me mantengo serio, de brazos cruzados frente al el. Realmente no le tengo la confianza viéndolo como realmente es... »Un segundo, ¿cómo es que puedo verle como en realidad es? Lo ataqué porqué reaccioné en como se había presentado pero no había visto su apariencia hasta que recitó ese conjuro.« Al mirar al mi alrededor igual puedo ver las formas reales de cada personaje que tengo rodeandome.
Edward: Dijo que era un demonio de combate. Su aspecto es grande, de piel rojiza o granate, tiene pequeñas liñas que recorren su cuerpo hasta centrarse en su pecho, pareciera como las pequeñas grietas de lava en un volcán. Sus ojos son de una tonalidad ambarina y brillosa, y cuando digo brillosa me refiero a que si el cuarto estuviera a oscuras, se le podría ver solo por sus ojos. Tiene el cabello rubio, pero es como si el color se le fuera apagando. Pero, sobre todo, demasiadas cicatrices.
Axel: Edward lo presentó como ángel, y vaya que lo es. Su aspecto no ha cambiado mucho. Su cabello café, ojos azul profundo y piel clara siguen igual. Su complexión grande y fornida igual. Lo único distinto son sus alas, grandes e imponentes en todo un ángel. Son de color blanco y hasta el final de estas, de forma muy sutil se ven grises.
Leo: Edward dijo que este tipo era un mago del 7° nivel. Su aspecto verdadero es genial. Llega una túnica al estilo de Assassisns Creed color azul. La capucha le cubre el rostro un poco pero sus brillantes ojos amarillo intenso con un pequeño triángulo invertido y un círculo al rededor de estos se hacen presentes. Tiene tatuajes rúnicos en sus brazos, que, si fuera capaz de descifrar lo haría en este instante.
Achilles: a el no lo presentó, pero con el conocimiento básico que tengo, lo que me han enseñado en preparatoria y juntando su apariencia diría que es un vampiro. Sus glóbulos oculares son negros y su pupila es de color blanca dejando una iris oscura muy visible. Su cabello sigue siendo oscuro, y su piel es más pálida.
La confusión de todo esto está dándome una migraña, y cuando a mi me dan migrañas no me soporta nadie, ni yo mismo. Siento mis sienes a punto de reventar, la vista me arde y siento como su miles de agujas de acupuntura se clavasen en el hemisferio derecho de mi cabeza. Mi ojo derecho comienza a doler y el ruido en el pasillo me aturde.
