04.

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—Es que es verdad, Tae. No entiendo que le pasa a ese tonto.— JungKook caminaba por los pasillos de la escuela en compañía de TaeHyung, refunfuñando y sosteniendo las tiras de su mochila con fuerza al tener tantas dudas —Últimamente JiMin se está comportando extraño.

—¿Enserio?— El pelinegro se carcajeó, le causaba gracia la inocencia del otro.

—Te lo digo enserio.— Asintió, abultando su labio inferior mientras fruncía su ceño.

TaeHyung lo miró con una pizca de diversión en sus ojos, era increíble como era despistado para unas cosas su pequeño amigo.

—Dejalo ser, seguro se le pasará.— Movió una mano el pelinegro, restándole importancia al asunto.

—Lo que tú digas.

JungKook se sumió tanto en sus pensamientos que no se percató cuando el pelirosa se acercó por detrás con la intención de tomarle de las caderas.

—Hey, tú con tantas curvas y yo sin frenos.— El susurro en su oído hizo que se estremeciera y pegara un pequeño brinco debido a la repentina acción.

JungKook rodó los ojos al saber que JiMin era quien estaba detrás suyo, se dio la vuelta para quedar frente a frente a él y pegarle en el hombro, pero nada podía quitar la sonrisa traviesa del mayor.

—¡Hyung! ¡¿Otra vez?!— Con sus manos apartó el agarre del otro de su cintura y le dedicó una mirada para nada agradable.

JiMin se encogió de hombros, viendo como el menor se alejaba del pasillo con sus labios fruncidos y un fantástico sonrojo en sus pómulos. Valía la pena, sí.

—Buena esa, JiMin.— Chocó los cinco con TaeHyung, quien lo miraba con una sonrisa que indicaba que se divertía con toda la situación.

—Lo sé.

—Lo sé

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Piropos┃JiKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora