15.

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JiMin estaba decidido, demasiado. Ya había llegado el tiempo de ocultar sus sentimientos y hacérselos saber de una buena vez.

Hoy era el día en el que le pediría a JungKook ser su novio, si aceptaba sería el hombre más feliz del universo y tendría a su chico con él. Y si lo rechazaba, pues saldría con el corazón roto y tal vez con un golpe en el brazo.

Por esa razón, ahora se encontraba en las afueras del instituto con un ramo de girasoles en una mano mientras en la otra una caja de chocolates —sabía perfectamente que estas cosas las amaba el menor—.

Puso su mejor sonrisa cuando vio a JungKook caminar hacia él, y cuando sus ojos se encontraron se acercó un poco más.

—¿Qué haces con eso aquí, JiMin-Shii?— La mirada confundida del menor le provocó nervios, aunque también le motivó a seguir con su propósito.

—Bueno, esto para ti.— Les entregó las cosas, JungKook con sorpresa las recibió con sus mejillas un poco coloradas —Quiero decirte que... Me gustas muchísimo, Kook.

JiMin mordió su labio inferior cuando vio que JungKook se quedó en blanco y apretó el ramo entre sus manos.

—Además...¿Serías mi bonito novio?— Jugó con sus manos detrás de su espalda, intentando ocultar su nerviosismo.

—Hyung...¡Sí! ¡Seré tu novio!— El menor se lanzó para abrazarlo fuertemente lo el cuello, escondiendo el rostro en su cuello. JiMin sonrió con euforia cuando tuvo a su chico entre sus brazos, lo sujetó igual de fuerte por la cintura y besó su mejilla —Te quiero.

—Yo también te quiero.

A través de piropos llegó a ablandar el corazoncito de su mejor amigo, JungKook. Alguien que le pellizcara para asegurarse de que no fuera un sueño.

 Alguien que le pellizcara para asegurarse de que no fuera un sueño

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Piropos┃JiKook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora