I'm actor | Hadersone.

Capítulo 6.

Andy Bean no es un idiota, sabe reconocer perfectamente cuando alguien coquetea con él.

McCavoy le lanza miradas furtivas y fugaces, sonrisas cargadas de picardía, y luego mira hacia otro lado como fingiendo que en realidad no lo estaba mirando. Es un juego que ambos pueden jugar y al que, de hecho, ya jugaban cuando estaban en medio de las grabaciones de It Chapter 2.

Andy le mira con una ceja alzada, McCavoy le guiña un ojo y éste responde con una risita. Están algo alejados el uno del otro, pues Bean está con Jessica y Jay, mientras que James está con Isaiah, pero eso de la distancia lo hace aún más divertido.

Parece que McCavoy está apunto de dar el siguiente paso y acercarse a él, pero entonces Andy se ve obligado a apartar la mirada de él para dirigirla a Chastain, que le sacude el brazo como si fuera una niña pequeña.

—¿Qué pasa?— intenta que no se note cierta decepción en su voz, ya que ahora McCavoy habla animadamente con Mustafa y no le presta atención.

—¿Has notado que Bill y James no han vuelto en... treinta minutos más o menos?

Andy suspira.

—Se habrán perdido por ahí, deben de estar por llegar— comenta. En otra circunstancia le emocionaría el cotilleo, pero no ahora.

Jessica hace una mueca.

—Puede haberles pasado algo.

—Seguro que no es nada— trata de tranquilizarla Jay.

Pobre Jay, no tiene idea de nada.

....

James se apoya en la pared, sintiéndose un poco mareado. Este espacio está comenzando a sentirse claustrofóbico.

—¿Estás bien?— pregunta Bill a su lado.

—Esa es una pregunta estúpida— responde Ransone, aunque sin malicia o prepotencia, sino más bien con su habitual voz suave.

—¿Sufres claustrofobia?

—No que yo sepa...

Al final, James termina sentándose en el suelo, mientras Bill permanece de pie intentando acceder a la señal, pero no hay cobertura de teléfono.

Hader resopla frustrado y hace el ademán de arrojar su teléfono al suelo, pero obvio sin arrojarlo de verdad.

—Se van a dar cuenta de que no estamos— afirma James.

Bill suspira más calmado y se sienta a su lado. Sus piernas apenas se rozan y sus codos se chocan levemente, y es suficiente para desbocar el pobre corazón de Ransone, quién traga saliva y fija su vista en algún punto del ascensor.

Los envuelve un silencio extraño, no amistoso, pero tampoco cortante. Casi parece suspensivo.

—Jimmy... Necesito que...

—Bill— es la primera vez que Ransone le dice a Hader “Bill”, y si con eso quería conseguir enmudecerlo un instante, pues lo logró.

Siempre se preguntó como se escucharía su nombre dicho por los hermosos labios de Ransonse, y suena tan... Quiere volver a escucharlo.

Sin embargo, mira a James y a sus ojos brillantes que lo miran de vuelta con cierta inseguridad y, ésta vez, le dice su interrogante sin titubear.