Capítulo 12.

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El pequeño puente en el parque está prácticamente vacío, y eso es perfecto.

—¿Cómo sabes de éste lugar?— pregunta James, escondiendo una sonrisa ilusionada.

Bill le dedica una sonrisa suspicaz.

—Hice mi tarea cuando llegamos— comenta.

—Osea, buscaste en Google maps.

Hader ríe y se encoge de hombros.

—Si, bueno, busqué en google maps.

Ambos afirmando los brazos en las barandas del puente, acomodándose el uno junto al otro mientras miran al frente, dónde ya comienza a atardecer.

—Es lindo— comenta James, refiriéndose al ambiente.

—¿Quién? ¿Yo?— Bill sonríe—, ya lo sé.

Ransonse sacude la cabeza, divertido.

—El atardecer— lo mira de recojo—, pero también tú.

Hader le mira, con el corazón latiendole a prisa. Ve a su compañero de trabajó, a la persona de la que tal vez ya ha comenzado a enamorarse, a quién ha llegado ha conocer demasiado bien y qué está seguro de que a su vez lo conoce a él muy bien. Y en ese momento es claro.

—Sé que es una locura porque apenas nos besamos ayer pero...— comienza a hablar, pero James lo interrumpe.

—En realidad, me besaste antes, solo que no lo recuerdas.

Las mejillas de Hader se tiñen de rojo y finge sin mucho éxito una expresión indignada.

—¿Me dejarás terminar mi emotivo discurso o no?

James deja escapar una risita y se voltea un poco para quedar frente a frente con él. Los rayos naranja del atardecer decoran sus ojos castaños y Bill debe hacer un esfuerzo para no perderse en ellos.

—Está bien.

Bill carraspea y continúa.

—Yo... Sé que te conozco. Sé que eres tranquilo y a veces algo tímido, pero también muy divertido. Sé que eres humilde apesar de todo y que te gusta la comida casera. Sé que te gusta bromear conmigo y también sé que hay cosas que te preocupan que aún no has compartido— hace una pausa, inspira profundo y continúa—. Lo que quiero decir es que no quiero que sea solo sexo. No es que el sexo me moleste, obviamente, pero... Agh, improvisar nunca es tan fácil ¿no? Solo quiero... Yo... Te quiero, Jimmy, mucho, y quiero saber todo de ti y que sepas todo de mí. Y bueno, no rechazó el sexo si llega la ocasión.

Apoya la cabeza en la baranda, ocultandola entre los brazos.

—Ay, soy una deshonra— suspira—, por favor no salgas corriendo.

James estalla en carcajadas después de un momento de silencio.

—Esa es la cosa más linda que me han dicho en mucho tiempo, gracias— se acerca a Hader y le acaricia el brazo—. Oye Bill, mírame ¿sí?

El nombrado levanta la cabeza y eso hace, entre avergonzado e ilusionado. James se inclina entonces hacia él y le da un suave beso en los labios, en un gesto muy dulce. Entonces, con sus narices aún rozándose, le dice dulcemente:

—Si lo que estabas tratando de decirme es que fuéramos pareja, entonces es un sí.

Y Oh-dios-mío. Los ojos de Bill se agradan y balbucea algo que al final no se convierte en ninguna palabra, luego, se endereza y lo envuelve en un efusivo abrazo.

—¿Qué hay de nuestros trabajos? ¿Crees qué...?

James sonríe con seguridad, y es impresionante, porque normalmente Bill es el seguro y confiado de los dos.

I'm actor | Hadersone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora