Capítulo 11.

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¿Cómo demonios contesta a eso?

Andy se queda mirando a McCavoy como si le hubiera salido un tercer ojo. Es decir, no es que no tenga una respuesta a la pregunta, claro que James tiene una oportunidad, osea, a él le encanta McCavoy y no se quejaría si éste quisiera besarlo, es solo que...

No pensó que fuera reciproco. Creyó que loa coqueteos de McCavoy eran solo una broma.

Abre la boca para decir algo, porque tiene que decir algo, pero de sus labios no sale un solo maldito sonido.

—Lo siento, no debí preguntar— dice McCavoy, y vuelve la vista a la pantalla de su computadora—. Olvídalo.

Okay, di algo Andy. ¡Ahora!

—¿Puedo besarte?— uh, definitivamente no era eso lo primero que quería decir.

McCavoy vuelve a levantar la vista de la computadora, ésta vez sinceramente sorprendido.

—¿Hablas enserio?

Andy asiente.

—Entonces adelante.

Antes de que terminara de decirlo, Bean ya se estaba poniendo de pie y ahora se inclina hacia James y parece que todo ésto realmente es real y hay una explosión cuando sus labios se tocan. McCavoy toma la iniciativa al instante, poniéndose de pie y agarrando a Andy de la cintura mientras profundiza el beso. Cuando se separan ambos respiran agitados y no dejan de mirarse directo a los ojos.

—¿Crees que tengo un oportunidad, entonces?— McCavoy repite la pregunta en un tono juguetón.

Andy sonríe.

—¿Lo dudaste siquiera?

Vuelven a besarse.

....

—¿Desde cuándo?— se anima a preguntar James.

Él y Bill se encuentran sentados en una mesa de la pequeña cafetería, frente a frente, con dos cafés y un plato de galletas dulces en él.

—¿Desde cuándo me gusta el café?— Hader evade la pregunta con torpeza.

James le dedica una mirada inquisitiva y Bill suspira.

—En la fiesta, cuando te besé borracho, ya me gustabas desde hace tiempo— admite—. Debo reconocer que me había resignado a algo unilateral— agrega.

Ransone sonríe de medio lado.

—¿Y tú?— pregunta Bill.

—Yo... No lo sé— desvía la mirada al techo, como meditandolo—. Creo que desde hace tiempo, pero soy un poco torpe con éstas cosas y no me había dado cuenta— le sonríe como disculpándose.

Hader alza la mirada al techo.

—Diablos, se supone que soy actor, debería poder controlar mis nervios— comenta—, pero hablar de ésto se me está haciendo más difícil de lo que pensé.

—Tranquilo, me siento igual— y entonces James se toma el atrevimiento de posar una mano en la rodilla de Bill.

Éste se estremece, pero pone una mano sobre la de Ransonse para corresponder el gesto.

Da la impresión de que ésto que apenas comienza tiene un futuro bastante prometedor.

....

La conversación se dió con mucha más naturalidad desde ahí, incluso llegaron a hablar del beso que se dieron al filmar la escena Reddie, que al final no fue emitida, y lo que significó para cada uno.

I'm actor | Hadersone.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora