Suite Française ⌠Starker⌡

Epílogo:

La boda estaba siendo todo un excito, la gente retozaba alegre charlando, bailando y bebiendo en el momento de su unión, prácticamente eran conocidos porque más familia no tenia, y mucho menos Peter, solo tenía a su querido hermano Harley.

Tony miro alrededor del jardín hermosamente decorado, luces y faroles decoraban los árboles y arbustos, dándole un toque de brillo sin igual, para la ocasión, manteles blancos y vajilla ancestral decoraban las mesas, con centros de mesa de las más frescas y puras rosas.

Observo como Peter, Mary para todos aquellos fuera de ellos dos, trataba de charlar con una de las mujeres jóvenes esposas, -quizás advirtiéndole del matrimonio., de la fiesta "con su escaso inglés"

Entallado y enfundado en un espectacular vestido de novia blanco, que lo único que hacía era resaltar la innata belleza del joven, pliegues y pliegues de seda vestían a Peter para su boda.

Tony rio al ver la mirada de súplica de su "esposa", quería ser desesperadamente rescatado de las garras de aquella mujer, terminando su trago se encamino a salvar a su "mujer".

— Señora Cohen, ¿Sería tan amable de prestarme a mi esposa? — Tony ahueco su mano en la espalda baja de Peter para darle un leve empujón y se encaminara.

— Por supuesto — antes de que la joven mujer contestara, Tony ya tenía a Peter a varios centímetros lejos de ella.

Peter suspiro lleno de alivio — Gracias — murmuró el joven derrotado ante la plática que mantenía con aquella mujer.

Tony sonrió, una vivaz sonrisa que denotaba burla — ¿De qué platicaba que te tenía tan consternado? — pregunto con un deje de curiosidad el mayor.

Peter rodo los ojos con fastidio, acercando lo más que pudo al rostro de su marido, con el motivo de que solo él lo pudiera escuchar — De lo mal que voy a pasar en la noche de bodas y el suplicio de tener que satisfacerte todas las noches — Tony no pudo evitar carcajearse por las palabras dichas por Peter, sabía que el señor Cohen no era el mejor hombre, pero de ahí a que su esposa afirmara lo malo que era en la cama era para reírse.

— Su esposo debe ser un asno — afirmo con convicción el joven muchacho, Tony se volvió a reír, porque era cierto.

Peter escuchaba con adoración la cantarina risa de su ahora esposo, adoraba todo de él.

— Felicidades señor y señora Stark — una ronca voz a sus espaldas hizo que giraran para atender a quien pertenecían.

— Oh señor Osborn — se dirigió al hombre maduro de facciones, con unas diminutas canas pintadas en las entradas, era un colega y compañero de Tony porque amigo no era, hacían buenos negocios, pero hasta ahí llegaba su relación.

— Debo decir niña, que habías cautiva el corazón de mi hijo, rompiéndolo en mil pedazos en cuanto miro la invitación — algo en ese hombre no le gustaba, por algo no era amigo de Tony.

— je suis désolé, era prometida de Tony desde ese entonces cuando lo conocí — se disculpó el joven, mirando con ternura a Tony, quien tomo su mano con delicadeza y beso los anillos en su mano, uno de compromiso y el otro de bodas.

— Lamentablemente eso fue lo que me dijeron — suspiro el hombre — Pero no perdido la esperanza hasta que diste el inevitable si —

— ¡Amigo Tony! — una voz llena de alegría los interrumpió, con su ya conocido tono irlandés, los novios se despidieron de Osborn amablemente para poner completa atención al rubio y a su acompañante, siendo una sorpresa la joven mujer de ojos como zafiros y cabellos negros.

— ¡Thor! — dijo bastante confundido Tony, de verdad creyó que estaba enamorado de Loki.

— Les presento a mi prometida, Loki — ahora entendía, esa mujer era Loki vestido de mujer al igual que Peter.