El Principito había traído un paño y un pequeño tarro de agua fría para remojarlo y ponerlo en mi frente, al principio me dio mucha atención mientras los efectos pasaban poco a poco, al final mi rosa fue quien terminó la tarea mientras el caminaba de un lado a otro estresado y pensando en que hacer. Estaba recostada en el regazo de mi rosa, mientras mi zorro y mi orquídea me tomaban las manos aún preocupados.
-¿Y bien?- dijo mi orquídea, estaba molesto, apretaba fuertemente mi mano.- espero que nos digas todo, no tolerare ni una sola mentira o falta de detalle- lo fulminaba con la mirada. Mi principito suspiró, tomo una silla, la volteó y se sentó en ella. Medito un poco y luego nos observó.
-No se muy bien como decir esto sin que me digan que no me creen- dijo mirándome distante. Mi zorro se levantó
-¡Cómo no vamos a creer nada de lo que vas a decir! Un reptil acaba de transformarse en ti para asesinarla- me señaló, mi zorro respiraba inquieto sin saber que había pasado. El agachó la cabeza y emitió un sonido molesto. Jamás había visto así a mi principito, tan furioso que sus nudillos estaban blancos de tanto apretarlos.
-¿Que es eso de que tú no eras quien estaba aquí?- pregunto mi rosa dulcemente.
-Al parecer la víbora se hizo pasar por mi, yo jamás estuve aquí. Sabía que mi princesa estudiaba en este Colegio, pero jamás me atrevería a hacer todo lo que dicen que hacía.- dijo algo apenado. Todos lo observamos. -¿Te dijo que buscaba?- pregunto mi principito. Me levanté con más fuerzas que antes y pose mi cabeza en el pecho de mi rosa. Mi orquídea se puso a mi lado sin soltar mi brazo, seguro asustado de que perdiera el equilibrio otra vez.
-Al principio dijo algunas cosas extrañas- dije aturdida tocando mi cabeza- pero al final me insistió con que yo tenía una especie de libreta. Tu libreta- dije despacio, mi garganta aún dolía, y mi cuello se había quedado con las marcas de los colmillos de la víbora . Mi Principito agachó la cabeza molesto.- le dije que no sabía a qué se refería, una libreta es algo ordinario, y si fuera del principito no sabría decir cómo es. Leer un libro no te da una idea exacta de como son las cosas en realidad. La víbora me dijo que mentía, que seguro escondía su ubicación por ser fiel a ti, luego me atrapó y me mordió- dije tocando mi cuello. Mi Principito gruñó furioso.
-Todo esto es mi culpa- se lamentó, todos lo observaron esperando a que hablara mas.- si me hubiera quedado a tu lado nada de esto hubiese pasado, yo sabía que estaba aquí- sonreí y puse mi mano en la suya. El suspiró- Se que están confundidos- dijo rendido recostando su barbilla en la punta de la silla, jugueteaba con mis dedos- lo que está pasando con la víbora no era nada más que mi problema, jamás creí que llegaría tan lejos de lastimar a alguien físicamente. Normalmente ella solo usa la psicología y el dolor y sufrimiento de las personas. Esos deseos oscuros los utiliza para su beneficio. Pero que llegará a tal punto...- apretó mi mano.
-¿Por qué lo hace?- pregunto mi rosa, el negó confundido
-La víbora tiene resentimiento, pero no sé el porque, es bastante extraño. La primera vez que la vi dejó en claro que iba a provocar problemas a cualquier costo, sentí que debía luchar contra ella, que era mi deber derrotarla para salvar a los planetas de su control. Si tiene alguna razón del porque lo hace, para mí es desconocida.
-¿Y de que sirve esa libreta?- pregunto mi zorro- en el libro solo decía que un hombre te dibujaba cosas ahí, ¿De que sirve entonces?- mi principito agachó la cabeza nostálgico.
-No es cualquier libreta, en realidad es como me pintan en otros medios. La libreta puede hacer lo que dibujes. La víbora la quiere para cumplir sus fechorías, y me temo que mientras luchábamos en el cosmos mi aeroplano giro tan rápido que mi libreta cayó a este planeta, es por eso...
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Alguna vez, Principito
General Fiction¿Cómo es posible que el Principito este vivo?, y que justo ahora me haya arrastrado a vivir sus locuras en este mundo mortal e irracional que no tolero. Mi vida se volvió extraña y alocada desde entonces, y ahora lo único que puedo hacer es intentar...