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Vlad se sienta enfrente del contenedor donde flota, en un líquido verdoso como si durmiera, un clon completamente humano, quizás no es un medio fantasma como siempre quiso, pero tiene algo, un Daniel a quien habrá de inventar recuerdos, felices recuerdos donde sólo existe el y algunos para darle una personalidad parecida a la del original.

Esta listo, completamente formado y por fin lo tendrá, la compañía perfecta.

Él no es Daniel, pero es mejor que estar sólo.

Los últimos exámenes físicos salieron, todo es normal, demasiado quizás.

El niño despierta, recostado en su cama, vestido con un pijama de estrellas y lo mira, con esos hermosos ojos que conoce bien, pero con una intención que nunca vio dirigida a él.

- ¡Vlad! - exclama el niño y pone una mano sobre las mejillas del mayor- ¿cuánto tiempo dormí?

- No mucho, querido, es ahora de desayunar.

- Claro- el niño sonríe, lindo y cariñoso.

Perfecto, no sabe el alcance de la implantación de recuerdo, pero parece que funciona, después explotará todos los aspectos. Por ahora se sentará frente a su pequeño y tendría lo que siempre quiso.

Casi...

Despues de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora