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Vlad se pasea rumbo a su estudio para hacer algunos pendientes, su chico está en algún lugar de la casa teniendo un tiempo para si mismo.

En un instante su sentido fantasma le avisa de la presencia de un espectro y no cualquiera, reconocería esa presencia donde fuera.

Busca, hasta llegar a la sala de estar. No esperaba encontrar esa imagen, Daniel sentado en el sillón de la sala, sosteniéndose el rostro y sollozando de forma que nunca lo había oído.

-¿Daniel? - es todo lo que puede decir, el halfa menor levanta su rostro bañado en llanto.

- Vl-Vlad, mmm... tengo algo... algo que preguntarte- las palabras salieron en medio de sollozos e hipeos tortuoso.

- Por supuesto- con voz dudosa trata de oculta su desconcierto.

Daniel parece listo para hablar cuando por la puerta entra un hombre de unos 30 años de cabello negro, ojos azules y un porte fino.

-Cariño ¿qué pasa?- pregunta al ver a Vlad parado en medio de la habitación sin un motivo aparente.

El hombre más mayor está a punto de responder cuando el sollozo de Daniel se convirtió en un lamento doloroso de oír y difícil de ver.

El halfa mayor va a moverse hasta él, pero Danny se apresura, tal vez es por ver a su original en ese estado o por su gran sentido de empatía.

Parece entender perfectamente el dolor del chico.

Despues de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora