13

351 64 3
                                    

Daniel no ha visitado a Vlad desde hace mucho tiempo, y se pregunta si el momento es adecuado, aun que en realidad no le importa más, necesita hacer esto.

Se pasea por la casa hasta el jardin y ahí está el hombre.

Sentado en la hierba, vestido con un simple traje de trabajo, guantes, tomando plantas florales frente a un retoño de Sauce.

- Es un jardin muy lindo- se detiene detrás de él, aun en su forma fantasma y se controla para hablar lo más normal que puede.

-Siempre le gustó el jardín, lo hice para él- la voz joven de Daniel no le deja espacio para la nostalgia, porque en su memoria permanece y domina la voz anciana cuyas últimas palabras fueron de amor.

- Son sus flores preferidas, ¿no?, las azaleas, jacintos, rosas rosas...- Daniel continua enumerado.

Vlad se molesta un poco demasiado, se giró apretando la pequeña pala que sostenía.

- ¡Deja de hablar como si lo conocieras!- la pequeña ira se refleja en sus ojos, cuando se levanta para encarar a Daniel, por más doloroso que sea.

- Se que lo son, por que también son mis preferidas... nosotros nos parecíamos más de lo que me gustaría admitir- Daniel mantiene sus ojos en Vlad, pero el hombre  le dio la espalda, incapaz de soportar el azul bebe que sigue siendo el mismo.

- No claro que no, él era...- lucha por mantener en su mente a Danny.

-Después de aquel día- lo interrumpe para no dejarse espacio para dudas en su mente- Danny me mandaba cartas donde me contaba lo feliz que eras con él y lo feliz que lo hacías, nunca me lo dijo, pero siempre tenían ese tono de "este podrías haber sido tu, ustedes pudieron haber sido felices juntos" Y yo pensé que no sería posible, que tu no habrías sido tan bueno conmigo- Daniel se limpia las lágrimas preparándose para continuar, pero el halfa mayor le devuelve la cortesía interrumpiéndolo.

- La única razón por la que alguna vez quise tenerte como... mi hijo, era porque quería ser algo tuyo, quería que... tu me pertenecieras de alguna forma. Pero nunca supe controlarme, estuve tanto tiempo sólo, que necesitaba... tanto -la voz de Vlad tiembla y el sonido de su nariz moqueando acongoja a Daniel- intentar reemplazante fue lo único que se me ocurrió. Pero ahora yo...

Daniel no puede resistir ver el despojo que era Vlad, con todos los muros caídos, con la tristeza a flor de piel. Tan roto. Lo abraza lo mejor que puede, como si intentará evitar el desbordamiento de una presa.

- Estoy aquí, estaré aquí para ti - Vlad se deja abrazar, poniendo sus manos sobre las de Daniel.

"No te preocupes, Danny, ahora yo seré tu reemplazo"

Despues de todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora