-... aparte, aunque la gente piense que soy demasiado blandito para El Ejercito de Prevención, yo sé que me va a ir bien.- termino Matt.
Jason y Matt pasaron gran parte del camino hablando, mayormente el pelicorto, que le estaba contando a Jason como es que acabo alistándose. De un momento a otro el autobús empezó a decelerar, el rubio miro por la ventana y pudo ver como tres grandes edificios blancos se alzaban ante él. En la parte más alta de estos cada uno tenía un emblema distinto.
El emblema del edificio de la derecha eran tres escudos antidisturbios, uno grande en el centro y dos más pequeños, de los cuales solo se veía la mitad a los lados. Las siglas P.M se podían ver en el primer escudo. En el edificio del centro había una gran espada con alas, las cuales se alzaban bajo la guardia de esta. Por último, en el edificio de la izquierda se podía ver un brazo de armadura medieval sujetando un gran martillo de guerra.
Las pocas conversaciones que se habían generado en la parte baja del bus se acallaron, todos se quedaron mirando a los magníficos edificios que tenían delante, que sobresaltaban sobre la naturaleza del bosque en el que se hallaban. Pronto llegaron a la ciudad de Hailor, en la cual se encontraba el cuartel general del Ejército de Prevención. A medida que iban pasando por las calles, se podían ver los estragos que mantener semejante número de criminales traía. La ciudad estaba en una anarquía total, se podían ver distintas personas pegándose por las calles, a veces eran civiles contra civiles, otras eran militares contra militares, pero la mayoría eran militares acosando a los civiles que estaban supuestos a proteger.
De vez en cuando se podían ver algunos miembros de la Policía Militar tratando de apaciguar algún conflicto, pero la mayoría de las veces era a favor de los que parecían ir ganando. A pesar de todo esto, la ciudad seguía muy habitada, y en alguna ocasión se podían ver algunos atlantes, aunque era difícil encontrarlos, ya que estos hacían grandes esfuerzos por pasar desapercibidos.
-¿Es que la Policía Militar no piensa hacer nada al respecto?- protesto Matt.
-No creo que nadie quiera hacer nada al respecto muchacho.- le respondió Jason. Matt se mordió el labio inferior con fuerza y dejo de mirar por la ventana con un gesto de indignación. Pronto el autobús paro en seco frente a la puerta de una gran muralla de metal. Estaban en el centro de la ciudad, justo donde se encontraba su destino. La puerta se abrió y varios soldados con escudo de la Policía salieron. El bus paso por en medio de la formación, y pronto varios ciudadanos indignados con pancartas trataron de acceder a las instalaciones, pero sus esfuerzos fueron mitigados con gas lacrimógeno y varios disparos de rifles con balas de goma.
Al entrar, el interior de la base era otro mundo, esta estaba en buen estado, y la única pelea que se pudo observar por la ventana fue rápidamente disuelta por la Policía y otro personal de la base.
-¡A claro, aquí si hay que mantener el orden verdad!- exclamo el pelicorto.
-Mira.- le dijo rápidamente Jason. Los que habían disuelto la pelea seguían pegando en el suelo con gran violencia a los causantes del revuelo. Cuando por fin se separaron de ellos, estos estaban inconscientes.
El autobús se detuvo en el edificio frente los tres mayores. Las puertas del vehículo se abrieron, acto seguido la gente del segundo piso empezó a bajar al primero. Todos los nuevos reclutas se quedaron en su sitio. Kevin paso por al lado del asiento en el que estaba Matt. Lo miro y sonrió, pero de momento sus ojos se enfocaron en Jason.
-Tú.- le dijo.- Héctor, mira quien está aquí.-Héctor, que estaba un par de pasos atrás, se puso de puntillas para mirar.
-¿Quién?- pregunto- No lo veo.-Entonces Jason se levantó y dijo:
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Purgando la Luz
Ciencia FicciónEn un universo donde terrestres y atlantes conviven tanto en la Tierra como en Consori, la paz reina, aunque un ejercito se mantiene en pie por si una antigua amenaza decide regresar. Jason Rolfward se acaba de alistar para escapar de un amargo pas...