Bakugou de la Clase A.

Odiaba el frío.

 Bakugou amaba el invierno pero odiaba el frío, al menos eso era lo que había podido notar. Le gustaba acurrucarse entre las sabanas, amaba la comida caliente, le encantaba ver todo lleno de nieve y adoraba aun mas usar ropa abrigada. Pero el frío le hacia sentir débil. Bakugou y el frío eran enemigos. El frío, el fresco, la falta de sudor, prácticamente anulaba su particularidad. Y por eso Bakugou lo odiaba.

Había diseñado un traje de héroe para el invierno que le permitía solucionarlo, pero aun tenia un arranque lento. Incluso cuando aprendió como contrarrestarlo en sus pasantías con Endeavor, aun lo hacia sentir débil, incapaz.

Bakugou se veía seguro y fuerte todo el tiempo, tal vez por eso nadie dudaba de que estaba bien, tal vez era por ello que nadie nunca le preguntaba como estaba, que sentía, ademas de que tampoco tenia el carácter mas amable. Había logrado ser cercano a él, logro invadir un terreno inexplorado en él, derribar algunas de sus barreras, era por eso que lo sabia, Bakugou Katsuki por dentro era realmente frágil, jamas lo notarias por fuera, pero cuando lograbas entrar un poco, era tan claro como el agua.

Inseguridades, complejos, traumas, todos estaban ocultos dentro suyo, nunca dejándolos salir, siempre guardándolos para él. Los eventos traumáticos con villanos que había vivido en menos de dos años, desde antes de entrar en UA y en parte gracias a su crianza en base de conceptos erróneos de lo que significaba la verdadera fortaleza, le habían vuelto incapaz de expresar sus sentimientos.

Aquel con el objetivo de ser el numero uno entre los héroes, estaba completamente atrapado en si mismo, enjaulado, incapaz de escapar por si solo.

Sin embargo era Bakugou Katsuki, por supuesto que estaba luchando, por supuesto que estaba dando lo mejor de si. Era incapaz de expresarlo, era torpe en las palabras, pero Bakugou brindaba acciones. Se preocupada por Todoroki y estaba pendiente del crecimiento actual de Midoriya. Se interesaba por sus compañeros de clases y estaba tratando de integrarse a ellos. Bakugou estaba luchando arduamente para una vez mas superarse a si mismo, buscando lo que le hacia falta para seguir adelante.

Admiraba todo eso de él, ademas de su absoluta sinceridad por supuesto. Bakugou era todo lo que el veía como varonil. Un hombre directo que lucha justamente por sus ideales.

Tal vez era por ello que se llevaban tan bien.

— No has dejado de suspirar — levanto la vista y sonrió al chico que estaba devolviendole la mirada mientras, al parecer, trenzaba su cabello. Como ya era habitual estaba en la habitación de Bakugou, estudiando, supuestamente. Bakugou estaba sentado en su cama y él estaba entre sus piernas, sentado en el piso, hace unos veinte minutos que habían comenzado a ver una serie, no se había percatado en que momento el rubio había comenzado a jugar con su cabello.

— Estaba pensando.

— No me digas — sus labios no hicieron nada pero sus ojos estaban sonriendo, había aprendido que la mejor manera de entender al explosivo chico era observando sus ojos, — eres un idiooooota.

— ¿No tienes frío, Bakugou?

— Mm ¿y eso?

— No sé, pensé que lo tendrías — se levanto.

— Estoy abrigado.

— Mmm, supongo, — su voz sonó ronca — pero hace frío ¿no? — se inclino frente suyo, Bakugou sostuvo su mirada, sus mejillas ligeramente sonrojadas. 

— Tal vez, aun tengo un poco de frío.

— Si, eso supuse.

Se dejo caer sobre él, sus piernas aun fuera de la cama, se arrastraron para lograr acomodarse. La manta de Bakugou los cubrió, el frío era un enemigo para Bakugou, pero para Kirishima a veces era un aliado, a pesar de que lo odiara por hacer sentir inseguro a Bakugou.