My princess

Capitulo 2

Rayos de sol entraban por la ventana cayendo así al rostro de una azabache aún dormida. Un nuevo día al parecer. Un bip bip la levanta, era hora de alistarse para ir a sus labores.

De un salto de paro de la cama, se dirigió al baño a hacer sus necesidades y terminar de arreglar ahí.

Anoche les había dicho que no vinieran por ella, por lo cual, en completa soledad se dirigió al colegio.

(...)

En la entrada, se encontraba la azabache esperando a sus amigas. Su campo de visión se vio irrumpido por la pequeña figura de su mejor amiga y, quizá, futura amantes.

- hola - saludo sonriente, dándole una pizca de ilusión a la ilusa azabache

- Buenos días Angie - dijo otra voz, una que ya empezaba a hartar a la azabache - vamos entrando, se nos va hacer tarde

Sujeto su mano entrelazando sus dedos, a rastras se la llevó. Daniela estaba ¿confundida? Si quizáera eso, pero ¿quién no lo estaría? La saluda primero y se va con otra. ¡Que rabia!

Su expresión de tristeza era visible para todas. Su aura de tristeza y remordimiento fue irrumpida por dos personas, sus dos tablas favoritas, aunque faltaba una, ¿le habrá pasado algo?

- ¡Danny! - grito la menor de entre las tres

- ¿en que piensas? - preguntó la de blanca piel

- en nada en realidad - contestó

- ¿que te hizo Angely? - preguntó Noelia frunciendo El ceño, ¿tanto así se notaba que estaba mal?

- no pasa nada - contestó suspirando - les invito algo de comer, yo pago

- sigue sin convencerme pero esta bien - dijo nuevamente Mirza

Las dos "tablitas" se miraron entre sí, con una sonrisa cómplice. Daniela ya imaginaba que era lo que iban a pedir.

-¡¡CHOCOLATE!! - gritaron con fuerza, era su dulce favorito después de todo

Rieron. Caminaban entre juegos únicamente quería comprar su silencio, ¿por qué? No estaba de ánimos para contestar las insesables preguntas que le vendrían encima si es que dice algo.

Se acercaron al mostrador del pequeño local que tenía el colegio, pidió los chocolates de sus amigas y un helado para ella. Quizá era muy temprano y le haría mal pero ahora solo quería algo helado para refrescarse. Una paga de 3.50 soles fue lo que recibió la señora del local. Corrieron para poder llegar a tiempo a sus clases de matemáticas.

.

.

(...)

El balón de voley volaba por los aires, dirigido a un lugar aleatoreo. El grupo de amigas nuevamente jugaban voley para disfrutar su pequeño receso.

Las dos protagonistas se batian en un duelo indirecto por querer rematar el balón que aún estaba en el aire.

Por tener la vista fija en el balón, se chocaron y se fueron al suelo.

La trigueña dejaba jo de la azabache, con un - quizá - adorable sonrojo a los ojos de la azabache.

- Emmm - tratando de buscar las palabras correctas la azabache se separo - l-lo siento

- tranquila - contestó sentándose en el suelo, con una sonrisa - ¿estas bien?

- si - dijo levantándose de golpe - hasta luego

Corriendo siendo seguida por la morena. Entró a los baños y se encerró en un cubículo, golpeó la pared y maldijo. Siguió golpeando la pared unos dos o tres veces más, tras detenerse golpes desesperados en la puerta del cubículo se hicieron sonar.

- Danny abreme por favor - prosiguió golpeando - Danny

Súplicas por parte de Noelia eran cada vez más insistentes. Daniela no dijo nada en ningún momento, solamente suspiraba mientras la sangre de sus nudillos y rostros bajaban, uno todavía dentro de su ser mientras que el otro se deslizaba por sus dedos. Vaya que él haberse enamorado de Angely le había echo daño. Era un desastre total.

Finalmente abrió la puerta, Noelia sujeto de los hombros a la azabache. Sus ojos mostraban la preocupación que tenía en su rostro, se separó a un distancia considerable y suspiró, tenía que prepararse mentalmente para lo que iba a decir. ¿Era lo correcto? ¿Si lo mejor era que Daniela dejara de intentar algo con Angely? Su debate interno evitaba que se expresará con claridad.

- Daniela - llamó parpadeando con pesadez - no dejaré que Angely ni nadie te rompa el corazón otra vez, es una promesa - estiró su meñique rogando que Daniela se echara hacia tras y olvide a Angely, vaya que rogaba que eso pasara.

- promesa - entrelazo sus meñiques melancólica y sonrió.