Bloody Beach © [S.S.]

Capítulo 2: Comencé a ver lo que quiero ver solo, para dejar de ver.

Entre más alto uno suba, las cosas se empiezan a distorsionar, volverse diminutas, se convertían en objetos insignificantes mientras la persona que se eleva se siente un Dios ante tal vista, esa era la sensación que Logan sentía al momento de que el avión aumentaba su altura, pero en lugar de sentirse un Dios todopoderoso se sentía como un Diablo arrasador. Las horas pasaban lentamente, el bullicio que había dentro del avión colmaba su paciencia a tal punto de querer gritar, pero se controla, solo esperaba llegar y relajar su mente en el dichoso hotel. Una parte de él sentía un mal presentimiento, otra parte quería quedarse en casa, pero esas voces eran inaudibles comparadas con el grito que le exclamaba ir.

Tras horas de vuelo y unas leves turbulencias el avión llega intacto al aeropuerto, Logan toma su maleta, inmediatamente saliendo se encuentra con un hombre muy elegante a un costado de una limusina de apariencia costosa y en sus manos poseía un afiche con su nombre inscrito: "Logan Stinson".

Camina directo hacia él, sin decir nada muestra su cédula de identidad para comprobar su nombre, pero antes de que el hombre pudiera comprobar el nombre Logan ya se estaba montando en la lujosa limusina.

Luego de un rato de mirar el paisaje por la ventana el sueño estaba por vencer a Logan, pero él lo combatía.

—Puede descansar, el viaje será largo —menciona el conductor al notar el sueño que tenía a través del retro visor.

Logan niega con la cabeza, no le parecía la idea de dormir en un vehículo ignoto, con un sujeto desconocido, en un viaje con un destino inexplorado.

—Como usted desee —expresa el mismo hombre para finalizar la conversación y subir la ventanilla.

Tras una breve lucha él cae rendido ante el sueño.

—Logan —se escucha una suave voz. —Logan —se vuelve a escuchar más fuerte.

Sabía de quién era esa voz, sabía por qué estaba tan aterrado. Una bella mujer se le presenta ante sus ojos, pero a medida que se iba acercando su piel se deshacía, su rostro se deformaba, su tez se oscureció mostrando una horrible figura, levanta su brazo señalando el corazón de Logan.

—Logan, tú me hiciste esto, creí que me amabas —él empieza a llorar, se encontraba entre la pared y la mujer, no tenía escapatoria. —¡Logan!

—Logan, Logan —despierta de su horrible pesadilla y observa al chofer. —Por poco lo pensé muerto —agrega con una sonrisa burlona. —Tiene el sueño muy pesado, solo le quería decir que ya llegamos.

El sudor cubría todo su cuerpo, su respiración se agitaba al igual que su corazón, sale del vehículo para tomar aire fresco. Al salir se encuentra con una hermosa vista que calmo sus nervios, un lago que reflejaba el sol en pleno atardecer.

No sabía dónde se encontraba o donde estaría el supuesto hotel y su rostro emanaba la confusión.

—¿Si le avisaron que su destino se encontraba en una isla? Aquí lo vendrán a buscar para llevarlo en una lancha.

Mientras el chofer se iba, él únicamente se quedaba contemplando el atardecer, eran esos pequeños detalles de la naturaleza que lograba tranquilizarlo, lo alejaban de su doloroso pasado, un atardecer, el olor a tierra húmeda en los días lluviosos, la ventisca fresca que impacta contra su rostro en una noche estrellada, esos los detalles que lo convertían de una bestia horrible a un inocente niño sin experiencia de la vida, que solo vivía para amar a su...

—Hola —dice alguien a espaldas de Logan con un inexplicable asentó.

Él da media vuelta y se encuentra con un hombre alto, con anteojos de pasta, notables entradas en su cabello y una evidente personalidad de pocos amigos. Lo ignora y vuelve a girar.

—¿También te invitaron al hotel Season's Varal? —en ese momento el hombre llamó su atención.

Él asiente la cabeza sin retirar la vista del atardecer.

—Soy Chéster, el profesor Chéster García, vengo de España.

—Profesor, eso explica la cara de pocos amigos —piensa para sus adentros.

Gira por última vez y observa que el hombre le ofrecía su mano, Logan la estrecha firmemente.

Un grito llama su atención, provenía de un sujeto que conducía una lancha, ambos bajan y se embarcan en ella.

El atardecer lentamente se iba consumiendo por la noche, negándoles la vista a las personas, en medio de tanta oscuridad solo se podía ver la vislumbre de las luces que provenían de una isla, para su suerte esa isla era su destino, pero para su mala suerte también sería su destino final.

Todo se aclaraba a medida que se acercaban, se contemplaba un hotel que irradiaba hermosura, su estructura, sus luces, su naturaleza, nunca había visto algo así. Una sonrisa se quería formar en su rostro, sin embargo, se lo negó.

Después de un largo vuelo, un extenso camino en vehículo y un agotador viaje en lancha, Logan y su nuevo "amigo" Llegaron a la entrada de la isla donde el hotel se encontraba.

—Esperaba algo mejor —dice Chéster presuntuosamente.

Logan no le menciona nada, para él era una obra de arte, desde muy pequeño deseaba crecer para ser un arquitecto, imaginaba crear algo tan impresionante que asombraría a su padre, para que de esta manera demostrarle que no era un fracasado no deseado.

—Es por aquí síganme —dice el conductor de la lancha que ahora sería su guía.

Se encaminaron detrás del chico hasta llegar, unas enormes puertas de cristal que permitían ver en su interior un vestíbulo con columnas de mármol liso, linternas claras en el techo y un grupo de personas reunidos.

Ambos entraron llamando la atención de los invitados. En total se encontraban diecinueve personas esperando a alguien, con Logan y Chéster adentrándose al lugar y uniéndose al grupo se volverían veintiún personas, cada una siendo vigiladas por cámaras dirigidas desde un cuarto de control.

—Creo que los jugadores están completos —dice un hombre con la vista fija en la pantalla.

—Entonces, podemos empezar —agrega una voz femenina. —¿Listo? —pregunta señalando a alguien en la habitación.

—Eso supongo, pagarán por sus pecados.

—Así se habla.

—Suerte —declara el vigilante mientras ve a sus dos compañeros marcharse.

AXL [S. S.]