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Capítulo 9: Sendero del Infierno.

Encontrándose con su próximo desafío. Se dieron cuenta de un largo camino de brasas, no entendían que tenían que hacer en ese lugar, pero Justin les entrega un sobre y con las mismas se despide de todos, sin más nada que decir solo da media vuelta y recobra su camino.

Karla recibe dicho sobre, al abrirlo se encuentra con una nota como la del día anterior, la toma y la cita en vos alta para que todos escucharan:

Reto #2: "Camino del infierno"
Como pudieron notar en frente de ustedes hay cinco metros de brazas ardientes, cada uno deberá cruzarlo caminando o corriendo, el último en animarse a hacerlo o simplemente no lo haga se convertirá en el segundo eliminado. Ya saben qué hacer.

—De veras ellos pretenden que hagamos eso como si nada, como si fuera algo normal.

Es eso o ir a casa como un perdedor —replica Akihiro. —Sin embargo, verán como seré el primer ganador.

—Tranquilo viejo, no es una competencia.

—¡Aun así pienso ganar! —dice con ánimos.

Akihiro es el primero en poner un pie en esas piedras carbonizadas, el ardor empezaba a propagarse desde la planta de su pie, sin pensarlo coloca el siguiente, cada segundo parecía una eternidad. Todos solo veían como mantenía una expresión serena tras haber caminado casi la mitad sin demostrar dolor alguno, lo hacía ver tan fácil, pero por dentro solo deseaba gritar con todas sus fuerzas.

Finalizando los cinco metros Akihiro cae de rodillas evitando el dolor interno que únicamente quería salir con un fuerte grito de agonía, todos quedaron totalmente anonadados al notar una sonrisa plasmada en el rostro de Akihiro.

—¿Quién sigue? —pregunta él en un tono burlón, mientras se tira en la arena para descansar la planta de sus pies.

El siguiente en acercarse al camino de fuego fue Marc, caminó lentamente hasta colocar el primer pie, su caminar fue lento crispando sus puños con todas sus fuerzas para tolerar el inaguantable dolor que lo consumía.

—¡Maldición! —exclama acelerando el paso. —¡Demonios! ¡¿Qué clase de reto enfermizo es este?!

Corre tratando de pisar suave, no solamente estaban calientes las piedras, también eran rústicas lastimando más los pies de Marc.

Todas las miradas se dirigen a Marc, al finalizar los cinco metros infernales que tuvo que cruzar.

—¡¿Qué miran?! —exclama dirigiéndoles una mirada asesina a todos. Por reflejo desviaron la vista de él.

—Vamos, ánimos, el fuego se siente rico —agrega Akihiro en tono burlón mientras se acuesta en la arena.

El tiempo pasaba lentamente, pero nadie además de Akihiro y Marc se animaba a ir, viendo el dolor que ellos dos sentían, comenzaron a desalentarse y a faltar les ganas de sufrir, empezaban a considerar en irse a su casa únicamente para no sufrir la misma agonía. Sin embargo, aun así pocos sentían la osadía de tratar de cumplir el reto; Santiago, Adriana, Marina y Renny fueron esos pocos que lograron asegurar un día más en el hotel. Aun de esta manera la mayoría falta cumplirlo para acabar con el reto.

—Pensándolo, pasar estos días en un exclusivo hotel gratis únicamente por caminar en rocas calientes suena bien -dice Chéster. -Solamente son cinco metros, es mejor que volver a casa.

Chéster se quita las botas y sin pensarlo tanto corre con todas sus fuerzas, el bullicio se podía escuchar apoyando a Chéster a terminar los cinco metros, pero en una vuelta inesperada, tropieza con una de las rocas que habían, cayendo coloca sus manos en las brazas, pero el dolor lo consume haciendo que las retire, perdiendo el equilibrio su rostro impacta contra las piedras ardientes chamuscando la mitad de su rostro, dejando salir un exagerado grito. Entre Johan y Tadeo corren para sacar el pesado cuerpo de Chéster de ese insufrible ardor.

Tras haberlo sacado de su agonía se podía que ver que la mitad del rostro de Chéster había sido incinerada; sacado de película de terror. No había duda de que el dolor era infernal, sin embargo, aun así fue capaz de mantener la calma a pesar de las circunstancias.

—Se-será mejor que me vaya al hotel, supongo que hice lo que puede, suerte a los que faltan.

—Espérame —dice Akihiro. —Déjame acompañarte, ya terminé no tengo nada que hacer aquí.

—Si yo también los acompaño -agrega Santiago.

Cuando ellos tres tomaron su camino para regresar a la isla Marc sin decir nada y sin llamar la atención fue detrás de ellos, muchos metros alejados para no ir acompañado.

—Bien, faltamos trece para acabar con esto por hoy, así que ¿quién viene? -pregunta Chelsea con ánimos.

—Ya que a la mayoría de los hombres les hace falta tener las bolas bien puestas creo que lo haré yo -agrega Patricia engreídamente... Esboza una sonrisa teniendo las brazas frente a sus ojos. —Aprendan niños.

Da el primer paso y sin tantas vueltas coloca el segundo, sin darse cuenta y por simple instinto empieza a correr sin dar alguna expresión de dolor; los demás solo veían su tranquilidad al sentir tanto dolor.

—Eso es tener los ovarios bien puestos -dice Patricia engreída dedicándole una sonrisa maliciosa al resto. —Despejado para el que sigue, eso si no tienen miedo —finaliza diciendo mientras se coloca las botas.

Logan suelta un suspiro mirando de reojo el enorme ego que Patricia llevaba sobre sus hombros, personas así le causaba repulsión y deseo de superarlos.

—Sigo —dice Logan acercándose al sendero de fuego.

Empieza a caminar sin darle la mayor importancia, jorobado, con las manos en los bolsillos y mirando por donde iba sigue caminando, el dolor no le hacía efecto, parecía ser inmune al fuego, pero por alguna extraña razón sin demostrar expresión alguna una lágrima empieza a descender desde su ojo evaporándose al caer en las rocas calientes, algo le había dado dolor y no era por el fuego que calcinaba sus pies.

—¿Quién dices que no tiene bolas? —pregunta frente al rostro de Patricia tras haber terminado.

Ella no dice nada y él se retira del grupo.

Habiendo pasado media hora, Chelsea, José, Alfonso, Marco y Sabrina fueron capaces de cumplir el reto, aunque Alfonso se encontraba tirado en la arena aliviando su dolor.

Solo faltaban cuatro; Taddeo, Ashley, Osmán y Johan, todos se miraban de reojo, ninguno quería ir a casa no obstante ninguno se animaba a cumplir el reto, solo sabían que uno de ellos sería eliminado.

AXL [S. S.]

Gracias por leer oscuritos.