Con tan sólo verte de lejos,
ya me da un vuelco al corazón.
Me acerco a tí
temblando como un hoja.
Intento saludarte,
las palabras no me salen.
Me ahogo en esta agonía,
se quiebra mi voz.
Entramos al bar,
espero a escucharte.
Te tengo muy cerca,
no puedo parar de mirarte.
Y en una de esas miradas furtivas
tu te giras y me descubres.
Y yo, una vez más,
nerviosa y ruborizada,
finjo que no te miro,
finjo que todavía te evito.
Por favor,
¿podrías revelarme
con que clase de magia
me has hechizado?
¿Podrías revelarme
como ha llegado
mi corazón a mi mano?
Y es que ahora estoy aquí,
sonriendo como una tonta,
observandote cuando no me miras,
quedándome con cada uno
de tus perfectos detalles.
Te escribo estas palabras,
que supongo que aunque leas,
te pasarán desapercibidas.
Ya no puedo controlarlo.
Como si fuera por arte de magia,
con solo tenerte delante
ya consigues inspirarme.
ESTÁS LEYENDO
Valkiria
PoesíaElla era fuerte. Ella era tenaz. Ella era valiente. Ella era persistente. Ella era fuego. Ella era luchadora. Ella era guerrera. Ella era VALKIRIA. Continuación de "Balas Perdidas".
