Rojo

3 0 0
                                    

Esta noche te escribo
con un lápiz rojo en mano.
Si la verdad te digo,
mi mayor deseo ahora mismo
es estar a tu lado.

Al igual que cada vez que te veo
me da un vuelco al corazón,
cada vez que me despido tengo miedo,
mientras me alejo algo se quiebra en mi interior.

¿Y si te dijera que tú
eres las alas que me hacen volar?
¿Y si te dijera que tú
eres la estrella que ilumina mi oscuridad?
¿Y si te dijera que tú
eres el faro que marca tierra firme en mi altamar?

Tú prendiste la chispa
que ha desatado un incendio en mi interior.
Y es que ahora
no puedo parar de pensar en tí dormida,
no puedo parar de soñar contigo despierta.
Ahora por tu culpa
todo a mi alrededor está teñido de carmín.

Y llegados a esta ocasión,
dime, sólo por curiosidad,
¿por qué tienes tanto miedo?
¿Qué es lo que te retiene ahí atrás?
Puede que el lápiz rojo que te falta
sea este que me diste aquel día sin pensar.

Lo que más gracia me hace de este poema,
si es que me permitís llamarlo así,
y que a su misma vez también me aterra,
aunque el el fondo me haga muy feliz...
Lo que más gracia me hace de este poema
es que sólo lo entendemos tú y yo.

¿No te parece precioso?
¿No te parece maravillosa esta guerra,
en la que tú escribes y yo te contesto,
en la que tú suspiras y yo te anhelo?

Ya como despedida,
sólo me queda una pregunta más...
¿Qué puedo hacer para ser tus alas?
¿Qué puedo hacer para sacarte de este infierno de agobio?
¿Qué te parece si pintamos nuestro cielo de rojo?

ValkiriaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora