El Mandamiento del deseó, es capaz de utilizar todo que ella tenga, para acabar con todos que les hicieron daño, pero Meliodas será capaz de cambiar nuestro modo de ver, el pasado.
Al cruzar el portal llegué a un estanque lleno de peces, se veía tan hermoso, hasta que dejé caer mi mal. Empezaron a flotar en mi alrededor varios peces que había adentro, odiaba todo lo que estaba relacionado a la vida y a los humanos, pero lo que más odiaba a muerte era a Elizabeth, ella era la causante por la cual me había convertido en esto, mientras que meliodas si me amó, pero nuestro pequeño amor fue arrebatado por ella, esa maldita si la veo no se como le are para no matarla. Y de un momento a otro, mi hermosa cabellera larga de color negro se volvió rosado intenso pero corto y mis ojos color verde esmeralda se volvieron azul cielo. Así Meliodas no podrá reconocerme, comencé a salir del estanque lentamente y vi a lo lejos en la colina había una tipo tienda que decidí ir, para pedir información sobre Meliodas o algo que me sea de utilidad, total si no ayudan me tratare sus almas.
Al subir vi que era una caverna, decidí entrar y al hacerlo vi varios clientes que al instante me quedaron viendo como si fuera la octava maravilla que por mala suerte lo era. Todos empezaron a rodearme y al verlos me daban asco, ninguno era digno para ser amante mío, ninguno era digno. Le iba a dar un solo golpe para apartarlos a todos, aunque varios iban a terminar muerto pero eso me daba igual, ya que sus almas iban a ser comida. Pero al instante que se lo iba a dar, escuché una voz que se me hizo muy familiar.
Meliodas: Señores, es de muy mala educación hacer alboroto y lo peor es no dejar pasar a una señorita.......- se calló al solo verme.
Meliodas quedo viendo perdidamente a ___, el se quedo plasmado, esa chica era idéntica a su gran amor, ella cambió totalmente su personalidad para que el no se diera cuenta quien era realidad, En un momento dijo unas palabras.
Meliodas: El bar está cerrado salgan todos.- dijo con voz baja y no apartando su mirada de mi.
Al ver que nadie quería irse, y no dejaban de ver a aquella señorita misteriosa, meliodas decidió poner su mano atrás para sacar su espada para sacarla poco a poco, la multitud al ver que iba a a sacar un arma hizo que, corrieran como cerdos.
En mi mente ver a meliodas frente a frente después de todo este tiempo, hizo que me sintiera feliz por dentro quería correr a sus brazos y me besara como siempre lo hacía. Y a la vez querer sacarle todos sus corazones quería sentir su sangre recorriendo mis dedos y ver su cadáver enfrente mío para después pisarlo , al estar en mis pensamientos Meliodas hablo.
Meliodas: ¡¿Liiiz?!- salían un par de lágrimas en sus ojos y su voz entre cortada.
Yo solo me quedé callada, me esta confundiendo con otra chica?, Maldito mujeriego ¿con cuantas has estado?. Pensé que estarías solo con la diosa ahora resulta que hasta con una humana. ¡Que feos gustos tienes!, en ese momento volvió hablar.
Meliodas: Liz, ¿Como es que sigues con vida? yo te vi morir, es un sueño verdad, ¡Volviste!.- iba a punto se abrazarme y sus ojos parecían querer sacar un par de lágrimas, pero en ese momento di un paso atrás.
__: Perdón, pero yo no me llamó Liz.. - lo interrumpi e hice cara de extrañada.
Meliodas: ¿Elizabeth?- dijo un poco extrañado.
Meliodas, ¡Ahora me confundes con esa facilota! ¡Vete al diablo!
__: Tampoco ese es mi nombre- Dije seria. Mi nombre es ___, y perdón creo que te confundes con alguien más, ¡pero enserio necesito ayuda!.
Meliodas, se quedo por un momento en Shock, por mi nombre, pero el no perdió la esperanza que fuera ella realmente, pudieron solamente cambiarle el nombre pensó el, pero el parecido era impresionante.
Meliodas: Perdona, ¿Que pasa?, ¿en que necesitas que te ayude o que?- con un tono de preocupación.
__:Es que me raptaron los caballeros sacros, e intentaron llevarme no se a donde, pero al primer momento que tuve la oportunidad de salir lo hice, e corrido y buscado ayuda. Hasta que vi este lugar.- dije en tono triste.
Meliodas: Tranquila, el chiste es que ya estás a salvó, te prometo que nadie te volverá a intentar a lastimar si quieres puedes quedarte aquí, y te juro que nada te haya falta. ¿Verdad, Hawk?- dijo mirando a un lado.
Hawk: ¿De que me perdí?- Entró un cerdo gigante y rosado.
___: Un cerdo que habla?!- dije extrañada, pero no asustada.
Hawk: A quien le dices cerdo, niña?
__: A ti, los cerdos no hablan, pero aún así- me acerque a el. Te vez muy tierno- dije acariciando su lomo.
Hawk: No soy un cerdo soy Hawk "El capitán de las sobras"🐷. Y también te vez demasiado tierna, aunque tengas esa cara de amargada.- dijo mirándome a los ojos.
__: Perdón capitán Hawk, soy __ es un gusto conocerlo.- le mostré una sonrisa. Y perdón, no soy de casi sonreír después de todo lo que e pasado casi no me muestro alegre- dije con un tono de timidez.
Meliodas: Veo que tu ropa está mojada dejame prestate un poco de ropa, no te vayas a resfriar.- dijo subiendo a la planta alta, al bajar me dio la ropa.
__: Gracias denuevo.- dije viéndolo, pero al ver la ropa me di cuenta que enseñaba mucho.....Sigue siendo el mismo pervertido.
Meliodas: Te llevaré arriba, para que te cambies- dijo dándome una sonrisa coqueta y me llevo a su cuarto lo más seguro. Dejare que te cambies, Estaré abajo.
Salio Meliodas y sabia que el me vería por la abertura, decidí cambiarme en el baño, por que enserio si es capas de hacerlo al ponerme lo me di cuenta que enserio revelaba demasiado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Meliodas: Es exactamente igual a Liz, pero por que no me dice nada, será coincidencia, pero no se por que me esta interesando tanto __, no es Elizabeth, pero ella tiene algo que se me hace tan familiar. Debería verla como se cambia, a ver si tienen el mismo cuerpo.- dijo en su mente.
Hawk: ¡Ni se te ocurra Cerdo!- lo jalo de la camisa para llevarlo abajo.
Sinceramente, pensé que Meliodas me vería y me reconoceria fácilmente con este disfraz, y lo más extraño es que ya no es el mismo su personalidad es otra. ¿Que te hicieron Meliodas? ya no eres mismo demonio que yo me había enamorado, esa maldita diosa se te metió hasta en tu alma.
