¿Me permite a su hija?

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PDV de Liu.

Lave mi boca de nuevo y me miré al espejo, mis labios estaban rojos por tanto lavado.

──¡Liu, necesito mear!─mi hermano le dio patadas a la puerta del baño.

Gruñí.──¡Eres hombre, ve a mear al patio, weon inútil!

──¡Ya, vale! Gruñona...

──¡Lo escuche, Gabriel!─reí y me senté en el piso del baño y me volví a tocar mis palpitantes labios.

Flashback

──¿Que haces aquí? ¡Vete!─sentí mis mejillas arder y caminé hacía él.

──¿No puedo visitar a mi novia de momento?

──¿Cuál novia de momento? ¡Ve a darle duro a tu noviecita! ¿Europa, no?

Rió y me atrajo hacía el.─¿Porque me dices eso? ¿Estas celosa?

──¡Jamás! ¡Ya, sueltame!─mis manos impactaron contra su pecho y lo empujé, me apreto más y miro mis labios.

Juntó mis labios con los suyos, yo lo empujé más, levanté mi mano y la choqué contra su mejilla sacándolo del beso.

──¡No me beses!

Me soltó.

──Que te quede claro que no soy como las demás, ¿entendido?

Me aleje de él, me toque los labios y me los limpié con rabia. Le saqué el dedo del centro y abandoné la habitación enojada.

Gruñí y le di un puñetazo al lavamanos, me levante, limpié mi falda y salí.

──¡Liu! ¿Donde estas, muchachita?

──Aquí, má.─me acerque a ella.──Perdóname, estaba en el baño y eso...

──Una llamada para ti, es un chico, señorita.─achino sus ojos y cruzo sus brazos. Corrí escaleras abajo con el corazón latiendome con fuerza, levanté el teléfono y respondí a mi llamada.

──¿Buenas?

──Hola, princesa, soy Caleb.

──¡Caleb! ¿Porque me estas llamando?

──Eh, sí. Me preguntaba sí irás al baile de Holand este fin de semana.

─Caleb, ¡mi madre me matará!

──¿Irás?

─Estoy hablando en serio, Valverde.

──Uhhh, sólo quiero que bailes conmigo. ¿Irás, Liu?

─Iré pero sí me sigues llamando, me cortarán la cabeza y no iré. Así que no más llamadas, ¿okay?

──Okaaaaaaaaay, entendido. Te veo mañana, mí princesa. Buenas noches y sueña conmigo.

─¡Sólo ve a comer, idiota!

Se escucho su risa antes de colgar, suspire y me toque la frente.

¡Que rayos le pasaba?

──Así que Caleb Valverde es tú nuevo enamorado, señorita le escondo a mamá mis secretos.─mi mamá apareció detrás de mi con una espátula en su mano. Mordí mi labio y baje la cabeza, ella agarro mi mentón y lo subió provocando que la viera.

──Supe que algo andaba mal desde el momento que vi a Gabriel corriendo hacia el patio.─sonrió un poco y me puso un mechón detrás de mi oreja─Princesa de mi vida, ¿que te preocupa?

Suspire.──Es que, bueno... Esta ese chico... Y el me gusta pero Europa era su novia de momento y ella sabía que me gustaba.

Ella formo una "o" con sus labios y señaló hacía afuera.

──¿Esa Europa, Liu?

Asentí.

──Esa chiquita, culocagado. ¡Ya anda de caliente y ni sabe limpiarse bien el culo!

Empezó a caminar hacia la puerta con una mueca de enojo.

Reí y corrí tras ella.──Tranquila, má, ella no es una amiga de verdad y me alegra saberlo.

──Eres tan fuerte, mi niña.─sus ojos se cristalizaron.─crecen tan rápido...

──¡No, má, no llores!─la abrace y acaricie su cabello. Mi hermano mayor entro por la puerta y nos miro raro.

──Mami, ¿quieres un té?

Mamá miró a mi hermano con su maquillaje corrido y sus labios temblorosos, asintió y corrió a abrarzarlo.

──Tú turno.─articule con la boca y subí la escaleras lentamente para dejar a mi madre sola con Gabriel.

(...)

Sábado en la noche, el baile de Holand.

Camine junto a Gabriel buscando una buena mesa para mis padres y mis dos hermanos menores. Mi vestido era de un rosado pálido con toques negros y me queda como 4 dedos más arriba de la rodilla, llevaba el pelo suelto y mis labios sólo con brillo.

Nada fuera de lo normal...

─¡Mira, ahí esta Marco!─mi hermano señaló a un chico de espaldas a nosotros con una camisa celeste. Busqué con la mirada a Caleb y a Europa, ¿donde estarían? ¿estarán juntos?

──Liu... Liu... ¡Liu!─sentí las manos de Gabriel pellizcar mis mejillas.

──¡Eh, bola de testosterona andante calma!

Él rió y señaló la mesa con el nombre de nuestra familia. Gruñí y camine sin esperar a Gabriel, nuestra familia sería la octava en ser atendida con comida nuestro apellido era Dragone. Mi papá era Italiano y mi mamá latina, ellos se conocieron en una feria hace 27 años atrás.

Nos sentamos y mi madre sonrió al ver quién venía en nuestra dirección, gire mi cabeza para poder ver nuestro inesperado visitante. Era ese Valverde, ¡que desgracia!

──Hola, señora Dragone. Soy Caleb Valverde, usted me prestaría unos minutos a su hija. ¿Puedo?

Mi boca se abrio y mire a mi madre, ella sonreí ampliamente.

──Me gustaría saber para qué, señorito Valverde. ¿Para qué quiere a mi hija?

Sus mejillas se tornaron rojas y mis risas se volvieron algo audibles para mis hermanos.

──Es que quiero bailar con ella al menos una canción.

Mi mamá me volvió a ver y levantó sus cejas.

──¿Quieres, Liu?

Mis risas cesaron y mordí mi labio.

──Eh... Yo...─pase mis manos por mi cabello y sonreí.

──Sólo ve, amor.─mamá me señaló a Caleb con su pulgar, mire a papá estaba rojo. Estaba enojado y mire a Gabriel, el estaba apuntó de darle una patada a ese chico.

──Está bien.

Me levanté y Caleb me extendió su mano, la tome y caminamos juntos a la pista.

──Eso salió bien, ¡mejor de lo que pensé!─sonrió aliviado, se posicionó y puso sus manos donde debían ir. Torpemente puse las mías en su lugar y seguí sus pasos.

──Sólo a mamá le agradas pero a mi papá...─lo miré de reojo.─te quiere matar.

──Pero sería un placer morir por ti.

Y sonrió mostrando sus dientes casi perfectos. Algo dentro de mí... Se despertó. Haciéndome sentir viva y eso provoco que una pequeña casi invisible sonrisa apareciera en mis labios.

──Gracias, Caleb.

Liu.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora