Salgo del baño y me visto con ropa de deporte, he pensado en ir un rato al gimnasio, llevo bastante tiempo sin entrenar, ni boxear y creo que ya va siendo hora.
Bajo al salón y encuentro a James viendo la television, wow, no me puedo creer que este en casa, el mundo se va acabar
- Hola - digo y él me mira
- Hola, ¿A dónde vas? - dice
- Al gimnasio
- ¿Para que? - dice y yo me encojo de hombros
- Para boxear - digo y el se levanta del sofá
- ¿Que? Ni de coña - dice y yo lo miro con el ceño fruncido
- James, creía que había quedado claro que nadie me dice que hacer o no - digo cruzandome de brazos y el se acerca a mi
- Oye Cariño, el boxeo no es para una mujer, es un deporte de neanderthales y mi futura esposa no es uno de esos - dice y me abraza por la cintura.
- Lo primero, el boxeo es tanto para hombres como para mujeres, lo segundo, no es un deporte de neanderthales y lo tercero, está bien, te haré caso, pero no te acostumbres.
- Así me gusta - me suelta y vuelve a sentarse en el sofá.
Subo y me vuelvo a cambiar de ropa, llamo a Emma para ver si le apetece ir a comprar su vestido y ella acepta.
Media hora más tarde recibo un mensaje de Emma que dice que está en la puerta.
Bajo las escaleras y James sigue en la misma posición
- Me voy - digo
- ¿A donde? - Joder, es la segunda vez en menos de una hora que me lo pregunta
- De compras, con Emma
- ¿No puedes pasar un rato tranquila con tu prometido viendo una de esas películas cursis o haciendo alguna de esas mierdas románticas? - Dice algo molesto
- Claro que si, lo haré cuando vuelva - digo, me acerco a él y le doy un beso corto, me dirijo a la puerta y salgo de ahí, para que voy a discutir con él, total al final siempre se sale con la suya. - Hola - digo cuando subo al coche
- Hola - dice Emma y arranca el coche
Pasamos el resto del viaje hablando de tonterías o de cotilleos, llegamos al centro comercial y ella aparca, caminamos mirando los escaparates.
- ¿Que te parece si entramos aquí? - digo señalando una tienda
- Esta bien
~✳️~
Llevamos al menos dos horas mirando vestidos, estoy esperando a que Emma salga del probador.
- Estoy harta de probarme vestidos - dice desde el otro lado de la cortina
- Y yo estoy harta de que no te guste ninguno, te quedan todos bien - digo
- Eso no es cierto, además ya solo me queda uno por probarme, y no pienso ir a ninguna tienda más.
- Esta bien, pruebatelo, si no te gusta volveremos otro día - digo y ella no contesta, unos minutos más tarde sale con una sonrisa y un vestido que le queda de puta madre, joder, un vestido azul agua que le queda ajustado de la parte de arriba pero suelto por la parte de abajo, la parte de arriba es entera de encaje, mientras que la de abajo está formada por una tela que apuesto a que tiene que ser la mar de suave, ambas partes unidas por un fino cinturón plateado. - Emma, si no te llevas ese vestido lo haré yo
- ¿Estas loca? Por supuesto que me lo voy a llevar - dice y vuelve a entrar al probador, yo río un poco.
El sonido de mi móvil hace que tenga que rebuscar en mi bolso para sacarlo, el nombre de mi hermano aparece en la pantalla e insconcientemente una sonrisa aparece en mi rostro.
- Hola Ryan
- Hola enana, he visto tu llamada, ¿que pasa? - dice, está mañana mientras estaba en la oficina llamé a mi hermano para decirle sobre la boda, la fiesta de compromiso es en apenas tres semanas y me gustaría mucho que estuviesen aquí, he conseguido hablar con Ian y Lara, pero ni mi hermano ni Michelle han respondido al teléfono.
- Verás, tengo que decirte algo
- Judith, ¿tengo que preocuparme? - dice y yo río al escuchar su tono con notable preocupación
- Me voy a casar - digo y nadie contesta
- ¿Que? - dice después de unos segundos
- Me caso en seis semanas - repito
- ¿Con quien? - dice
- Con mi novio
- No me jodas, pensaba que era con un desconocido, ¿Desde cuando tienes novio?
- Desde hace un tiempo - digo - Bueno, a lo que voy es a que la fiesta de compromiso es en tres semanas, y me encantaría que estuvieseis aquí
- Claro que estaremos allí, no me lo perdería por nada del mundo, me alegro de que por fin vayas a sentar la cabeza
- Gracias
-Oye, después hablamos, es que estoy de patrulla ahora mismo y acabamos de recibir un aviso
- Claro, ten cuidado
- Lo tendré, te quiero - dice
- Yo también te quiero - digo y cuelgo la Llamada, Emma sale del probador con el vestido en la mano.
- ¿Con quien hablabas? - dice
- Con mi hermano
- Oh, ¿Ya se lo has dicho?
- Si, se lo ha tomado bien - digo encogiéndome de hombros
- Le alegro, ahora vamos a pagar esto, también deberíamos ir a buscar un vestido para ti, para la fiesta - dice Emma
- Mejor otro día - digo y ella asiente mientras se acerca al mostrador.
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Hasta que volviste tú©
Novela JuvenilTras volver a Carolina del Norte Judith es aceptada en la NYU y cuatro años después tras acabar su carrera consigue trabajo como gerente en una de las sucursales de la empresa de su padre, cuando su vida comienza a ir bien su padre le propone salir...