27. Apartame

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Conduzco hacia mi casa, bueno la de James, aunque yo también vivo allí, y nos vamos a casar, así que también es mi casa.

No paro de darle vueltas a lo de Jason, no lo entiendo, hace unos días estaba loco por mi y ahora quiere que me aleje, joder, es demasiado bipolar.

No se que hacer, no termino de creerme lo que me ha dicho, está claro que le ha pasado algo, ¿solo quiere acostarse conmigo?, la presión de mi pecho crece por momentos, y las ganas de llorar tambien aumentan, paro frente a un bar, no tiene muy buena pinta, pero no voy a estar mucho tiempo, entro al bar y solo veo hombres, hombres con una aperiencia parecida a los del bar de Carlos. Escucho silbidos y demás, pero los ignoro y camino hacia la máquina del tabaco, introduzco unas monedas y un paquete de cigarrillos sale por la parte de abajo, lo cojo y me dispongo a salir, pero un tío calvo y lleno de tatuajes se me pone delante impidiendome el paso, me saca al menos una cabeza y eso que llevo tacones de diez centímetros.

- ¿Puedes apartarte? - dice sin una pizca de gracia, quiero irme de aquí, quiero fumarme mi puto cigarro  y volver a casa, con James, que aunque sea un gilipollas creo que por esta noche lo dejaré pasar.

- No, quiero hablar contigo, bueno, quiero otra cosa, pero deberíamos empezar por hablar - dice, su voz es áspera y bastante intimidante

- Pues yo no quiero nada de eso

- ¿Que te hace pensar que me importa lo que quieras? - dice y yo suelto una carcajada

- Mira, voy a ser clara, no me importa una mierda lo que quiera un gilipollas como tu, porque es lo que eres, un gilipollas que piensa que puede hacer lo que quiera y con quien quiera, puede que te funcione con otras, pero conmigo no, y ahora si no te importa aparta de una puta vez - digo, él me mira desafiante y enfadado, normal, lo he humillado.

- Apartame - dice

- Será un placer - digo, el ríe un poco como si mi comentario le hiciese gracia y yo río con él, al igual que el resto de hombres del bar, para de reír y yo hago lo mismo

- ¿Y que vas a hacer? - dice con una sonrisa de autosuficiencia, yo le pego un puñetazo el el pómulo izquierdo con todas mis fuerzas, haciendo que caiga al suelo, joder, pensaba que aguantaría un poco más, los demás me miran sorprendidos y yo les doy una mirada rápida para después caminar hacia la puerta

- Que tengan una buena noche - digo y salgo del bar, saco la caja de cigarrillos y enciendo uno, me lo llevo a la boca y aspiro el humo para después soltarlo lentamente y ver como se esfuma en el aire, me duelen los nudillos, hacia tiempo que no le pegaba a nadie, al menos tres meses, la última vez fue a un gilipollas que me tocó el culo en un pub, acabo mi cigarro y subo al coche, al flamante BMW de James, ya que el mio sigue en el taller, arranco y me dirijo a casa, voy a sacar una buena botella de vino y a bebermela, con suerte me emborrachare sin llorar.

Unos minutos más tarde llego a casa y no veo el coche de James, bueno, uno de ellos ya que el que suele usar lo tengo yo, aparco y bajo de este, camino hacia casa y al entrar solo se encuentra Karen en la cocina, limpiando.

- Hola - digo y ella dirige su mirada a mi

- Buenas noches señorita - dice con una sonrisa

- ¿Aún no has acabado? - digo

- Casi, cuando acabe aquí me iré

- Esta bien - digo y me dirijo a la cocina, abro uno de los estantes de James, uno que contiene mi paraíso, vinos, decenas de botellas de vino, cada una de una reserva distinta, y todas están exquisitas, cojo la primera que veo y me dirijo a la vitrina para coger una copa - ¿Te apetece una copa de vino? - le digo a Karen

- No señorita, no bebo - dice y yo asiento, cojo mi copa y mi botella y me siento en la isla de la cocina

- ¿Donde esta James? - digo mientras descorcho la botella y me sirvo una copa.

- Salió a hacer unos recados, dijo que no tardaría demasiado - dice y yo asiento

- ¿Hace mucho que se fue? - digo y ella niega

- Solo unos minutos

- Vale, gracias

- Denada, ya he acabado aquí, recogeré mis cosas para irme a casa - dice y yo asiento

- ¿Necesitas que te lleve? - digo y ella niega

- No será necesario, tengo el coche fuera - dice mientras recoge su abrigo

- Esta bien, ten cuidado, nos vemos mañana

- Hasta mañana señorita - dice y sale de la casa, yo sigo bebiendo, una copa tras otra, hasta que acabo con la botella, claramente ebria me levanto para ir a por otra botella, pero el sonido de la puerta me detiene, dirijo mi mirada hacia allí, James acaba de llegar, camino hacia él a paso decidido y lo beso efusivamente, el me responde unos segundos después, debo haber lo sorprendido, no suelo hacer estas cosas,bueno, al menos con el.

- Hola a ti también - dice separadose

- Vamos arriba - digo y el me mira con el ceño fruncido, después mira hacia la cocina, supongo que a la botella y después a mi de nuevo

- ¿Estas borracha?

- Un poco - digo y lo vuelvo a besar, esta vez lo responde al instante, me eleva un poco para que pueda enrollar mis piernas a sus caderas y el me agarra el culo, cosa que odio, pero  lo dejaré pasar, el camina hacia las escaleras conmigo en brazos y las sube rapidamente mientras yo voy dejando besos por su cuello

Hasta que volviste tú©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora