32. Eso Depende De Ti

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Pov's Jason

Abro los ojos lentamente, la cabeza me duele mucho, miro mis muñecas atadas a los brazos de una silla, después a mi alrededor, mi apartamento

- Vaya, parece que alguien ha despertado - dice una voz a mis espaldas

- No entiendo por qué tenéis la necesidad de darme un golpe en la cabeza cada vez que hacéis esto - digo y él comienza a caminar para ponerse frente a mi

- No seas exagerado Jason, solo lo hemos hecho un par de veces, además, no lo tendríamos que hacer si siguieses mis órdenes - dice y yo bufo

- Ella a venido a verme - digo tranquilo

- Y tu no has hecho nada por evitarlo - dice con rabia

- ¿Que quiere que haga? - digo

- Nada, pero quizá sea hora de que yo haga algo - me tenso inmediatamente, si le ponen un solo dedo encima  yo...

- Ni se le ocurra tocarla - digo con rabia y el empieza a reír

- Eso depende de ti - dice - pero creo que un toque de atención te ayudará a darte cuenta de que no debes reírte de mí - hace un gesto y sus dos gorilas se acercan a mi, uno de ellos saca una navaja y comienza a trazar una línea por mi espalda desnuda, yo hago una mueca de dolor, desatan mis muñecas y hacen que me levante, uno de ellos estrella su puño en mi mejilla con fuerza, seguido de otros dos golpes que hacen que caiga al suelo, comienzan a patearme, yo no hago nada por resistirme, se que será peor, se que si no me hacen daño de esta forma lo harán de otra mucho peor.

- Basta, recuerda que ella no es la única persona que te importa - dice el señor Evans y ambos gorilas dejan de patear, intento levantarme, pero no puedo - Esta noche tienes una entrega.

Escucho pasos hacia la puerta y después un portazo, se que esta vez si que me han jodido bien, tengo que mantener a Judith alejada si no quiero que la próxima vez vayan directamente a su casa, entro en la ducha y dejo que el agua caliente recorra mi cuerpo magullado y limpie la sangre de mi espalda, después de unos minutos salgo de esta y curo la herida para después vestirme, me miro en el espejo, tengo un hematoma en el pómulo izquierdo y la ceja partida, me duelen los costados, seguro que se formarán hematomas.

Cojo mi bolsa del gimnasio, subo al ascensor y una vez en el garaje saco mi coche para dirigirme a mi entrenamiento, por el camino pienso en la escusa que le diré a Louis por el estado de mi cara, aparco frente al gimnasio y cuando entro a este todos me miran, los ignoro. Louis esta con un chico, espero a que acabe con el, cuando se gira y me ve frunce el ceño

- ¿Que te ha pasado? - dice

- Una pelea en un bar - digo y el asiente

- Espero que eso no se haga un hábito - dice y yo no contesto durante unos segundos, se que esta no será la última, unos minutos con Judith compensan todo tipo de dolor, aunque solo sean discutiendo.

- Claro que no, bueno, voy a entrenar - digo

- Creo que deberías quedarte hoy hasta tarde - dice Louis - llevas unos días algo distraído, peleas un dos semanas, te quiero al 100%

- Hoy va a ser imposible, he quedado - digo

- Pues cancela lo que tengas - dice y yo niego

- Imposible, no puedo hacer eso

- Esta bien Jason, espero que seas consecuente - dice y yo asiento, joder.

                               ~✳️~

Un todo terreno negro aparca frente a mi, yo bajo del coche que me han prestado para la entrega y dos tipos bajan del otro, seguidos de otro hombre, este lleva un traje gris y el pelo cortado de forma prolija, yo me dirijo al maletero y saco la bolsa de deporte llena de droga que he recogido hace apenas media hora, el otro tipo me extiende un maletin negro, yo lo cojo y el coge la bolsa

- ¿Esta todo?  - digo

- Si, puedes contarlo - dice y yo asiento, abro el maletin y cuento de forma rápida el dinero, se que parece una estupidez pararse en este momento a hacerlo, pero me juego mucho como para dejar que algo salga mal, acabo de contar y está todo, 100.000$.

- Perfecto, que tenga un buen día - digo y me doy la vuelta para entrar al coche, una vez estoy dentro dejo el maletin en el asiento del copiloto y arranco, mi teléfono empieza a sonar y yo pongo el manos libres.

- Hola mi vida - dice Amanda desde el otro lado de la línea

- Hola cariño - digo intentando no sonar frío, conocí a Amanda en un bar, nos enrollamos, seguiamos viéndonos de vez en cuando, hasta que decidí pedirle que fuese mi novia.

- ¿Que vas a hacer esta noche? - dice con la voz ronca, normalmente eso me volveria loco, pero esta vez no, le pedí a Amanda que fuese mi novia porque pensé que si Judith me veía con alguien se alejaría, pero en realidad no quiero que lo haga, yo no siento nada por Amanda, es una chica increíble, pero no siento nada.

- Tengo que hacer unos recados - digo y la escucho bufar

- Bueno, había pensado que podríamos pasar la noche juntos

- Imposible, mañana - digo

- Vale, duerme bien - dice

- Tu también - digo y cuelgo el teléfono

Aparco dentro de una nave y saco mi móvil para marcar el numero del hombre que me está jodiendo, lo hizo hace tiempo y tiene intenciones de volver a hacerlo

- Hola - digo

- Hola Jason, ¿has hecho lo que te pedí? - dice

- Si, le dejo las llaves dentro del coche, el dinero está dentro de un maletin en el asiento del copiloto - digo y saco mi arma de la guantera para después guardarla en el pantalón y caminar hacia la salida

- Genial, te avisaré para la próxima entrega - dice y yo no contesto, cuelgo el teléfono y camino hacia un callejon en el que he dejado mi coche.

Cuando esté cabron me ordenó que me alejara de Judith me parecio lo peor que me podría pasar en la vida, pero después de empezar a trabajar para él me di cuenta de que lo mejor sería mantenerla alejada de todo, al menos hasta que acabe con ese hijo de puta.

Hasta que volviste tú©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora