Candy [Rubegetta]

Fool

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La verdad, es que cuando eres malo bebiendo, se te hace complicado pensar con la cabeza. Y ese era el caso de Vegetta.

Vegetta quería descubrir que era ese palpitar en su corazón. Lo consiguió y pensó «Estoy enamorado» También ese pensamiento se sentía bastante cerca pero una cosa se lo impedía o mejor dicho una persona.

Vegetta maldijo mil veces la existencia de Willy, su gran amigo y compañero de hace muchos años atrás, la primera vez que Vegetta y Willy se encontraron para Vegetta fue un flechazo directo al centró del corazón el pelinegro siempre pensó que tendría una oportunidad con el albino, nunca lo logró conseguir y desde ese momento, no se rindió. Rubius era su pequeña salvación pero desde hace muy poco a Vegetta le habían empezado a dejar dulces comidas en su buzón. Pensó quien podría ser y reviso los buzones de todos sus amigos, pensó que podía ser Willy, sus ilusiones regresaron. Vegetta se sentía tan confundido.

- Lamento enserio haberte besado pero creo que no controlo aún el alcohol- Le guiño un ojo a Rubius y continuó comiendo su desayuno. - Se nota, tengo tus colmillos clavados y eso que tienes dientes humanos- Rubius dijo impresionado, aquella noche habían estado besándose, y tal vez Vegetta no se pudo resistir a dejar un pequeño beso colorado en el cuello de Rubius, mientras dormía.

-Sabes, quería comprobar porque mi corazón palpita tanto a tu lado- Dijo Vegetta inquietó, al parecer Rubius no esperaba aquello.

-¿Cual es el punto? - Rubius estaba nervioso, ¿Eso que significaba?

- Solo quiero saber si tu corazón palpita fuerte a mi lado -

- No lo sé ¿Es decir, sé que te titulaste como médico pero cual es el punto de eso?-

-¿No entiendes a lo que quiero ir?- El castaño negó, temeinando su segunda tasa de chocolatada.

-Oh, vale.. - Rubius gruñó al sentir el tacto de la mano de Vegetta en su chupon. -Por cierto, me gusta tu cuello - Recitó Vegetta después de dejar un beso en la frente de Rubius, este soltó un risita «¿Me está alagando? Es bueno ¿No?» Rubius no había notado la marca color morado en su cuello hasta la caída de la noche.

¿Cuando las cosas habían pasado tan rápido?