Candy [Rubegetta]

C A N D Y

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-¿Crees que el pastel es lo suficientemente grande?-

-Sí, lo es, sólo vendrán nuestros amigos, ni que estuviera todo el pueblo presente-

-Ellos a que valen a todo el pueblo... -

-Rubius, está bien así ¿Va? Ayudame a ordenar algunas cosas- Habían pasado meses desde que habían hecho oficial su relación y la verdad es que sus amigos de la habían tomado más bien de lo que esperaban, aún qué no pudieron faltar los comentarios que suelen hacer sus amigos, en broma.

Ding, Dong

Las voces se escuchan por fuera como si sus tranquilas mentes no estuvieran lo suficientemente alteradas como para que sus amigos estuvieran gritando y hablando fuerte como si fueran a un circo.

-¿Cuál es el anuncio que nos debes dar chicos?- Interrumpió uno de los azabache presente, era Luzu, la verdad era el único que se estaba tomando en serio el ir a la mansión del chico azabache, que ya parecía que le explotaba una vena, por no haber opten ido el silencio desiado con anterioridad -¡Silencio! - Grito el azabache, que dejaba el pastel que había horneado sobre la mesa, haciendo callar a los más ruidosos.

-¡Nos vamos a casar!-

Los invitados pudieron notas que is el gran pastel de la mesa se veía dulce, no podían imaginar lo dulces que podían ser la pareja que acababa de anunciar su unión de vida. Aún que, no encontraban necesario una boda, les parecía lindo imaginarse pasando por la iglesia y que va, tendrían que buscar a alguien que les contraiga matrimonio, sería difícil de Rubius se casaba a así mismo.

Las felicidades duraron hasta la ida de la noche, donde quedaron solos, ordenando de el desastre, no les molestaba, estaban felicides. Sus voces estaban unidas por las voces vocales de los cantantes que sonaban en la radio, mientras que compartían sensaciones, sentimientos. La verdad es que estaban satisfechos de que las cosas salieran bien, y les sorprendía.

-Eres dulce-

-¿Sí? -

-Sí, y amo eso de tí-

-Yo no amo algo específico de tí.
Amo todo de tí -

Unieron sus dulces labios en un beso, dejaron todo tirado a medio terminar para ir a la cama y recostarse, a simplemente a sentir lo vivos que estaban. Porque lo estaban y no podían esperar a seguir viviendo sus vidas juntos por siempre.

Fin.