Candy [Rubegetta]

The Run And Go

Aquellos días quedaron atrás, siendo hermosos recuerdos para ambos chico, que ahora parecían llevarse más bien de lo que se esperará. Solo ambos necesitaban ese empujón para hablar lentamente, para que se entendieran. Desde entonces Rubius no se detuvo con sus dulces postres. Hasta había empezado a desarrollar recetas por su cuenta, siendo el único probador de estos Vegetta.

Estaba realmente alegré mientras batia, escuchando « The Run And Go» De Twenty One pilots, sí, solía escuchar mucho esa banda, pero exactamente esa canción le recordaba mucho a Willy y a Vegetta.

Willy realmente no era un ángel, aparentaba serlo a la perfección, podría decirse que es el típico villano de las películas pero no te das cuenta de que lo es hasta que admite serlo. Solo que en este caso, él no ha hablado sobre eso. Willy era un ser malo, como su persona estaba claro, porque ambos eran parte de una hermandad, junto a Fargan, bueno, estaba claro quien era el fundador de está, pero no va al caso.

Willy era un buen engañador, lo hacía tan bien, todos piensan que realmente es un angelito al igual que Fargan,  ambos chicos se notaba que traían cosas entre manos y la verdad de eso no estaba tan lejos de descubrirse, ambos chicos eran tan torpes y siempre dejaban pistas de su persona, unos «Incrédulo» Eso solía pensar Rubius. Rubius también sabía que ambos chicos eran más hermandad que estando él o no y no le importaba, de todas formas nadie tenía pruebas de aquello. Pero esa noche, con aquella aquella melodia de piano y batería no podía no pensar en qué Willy era el asesino del corazón de Vegetta y que él azabache lo único que quería era alejarse de esas falsas piezas de cristal.

Rubius también tenía pensado esa noche hablar con Willy sobre Vegetta. Porque aún que fuera muy intrometido en esa relación amistosa, prefería quedar arruinado a que el chico que había empezado a tener un vínculo acabará asesinado en extrañas sensaciones.