꧁13꧂

8 2 0
                                    

Esa noche, me encontraba en mi habitación, abrumada por la monotonía y sin ganas de hacer nada en particular. Me sentía completamente atrapada en mis pensamientos de nuevo, sin energía ni ganas de pensar. Miraba el reloj cada pocos minutos, deseando que las agujas avanzaran más rápido y la noche se desvaneciera pronto.

El ambiente estaba inmóvil y silencioso, solo interrumpido por los latidos de mi propio corazón, latiendo al ritmo lento y aburrido de la noche. Mis ojos estáticos solo veían las paredes blancas de la habitación sin encontrar nada que llamara mi atención. Me sentía como si estuviera esperando que algo emocionante sucediera, pero el tiempo se resistía a avanzar y yo solo podía esperar.

"Que ganas tengo de moverme."

De repente Harry y Ron entran en compañía con Lucy y Harley.

Harry le puso unas flores rosas en la mesa de noche de Hermione.

Harley cogió una pequeña flor y me la puso en la mesa de noche.

Lucy: Tengo ganas de volver a hablar con ellas.

Harry: Ojalá estuvierais bien, os necesitamos.- Dijo mientras se sentaba en la camilla de Hermione.- Ahora más que nunca.

"Que profundo te has vuelto Harry."

Hubo un largo silencio.

Harley: ¿Hey, que tiene escrito?- Me señaló la mano.

La emoción que experimenté fue como una chispa repentina que prendió en mi interior. Se deslizó suavemente por mi piel, dejando un rastro cálido y reconfortante. Era como si mi corazón se llenara de un fuego suave y alegre, creando una sensación única de ligereza y satisfacción.

La emoción llenó mis sentidos, llevaba meses rezando porque alguien se diera cuenta.

Todos estaban al rededor de mi.

Harry: ¿Basilisco?

Harley: ¡Basilisco! Eso me suena bastante. Creo que es una bestia mitológica.

Harry: Eso no nos sirve para nada.- Sentí rabia y desesperación al escuchar a Harry.

"Tonto."

Lucy: Chicos... y si eso le atacó a Eleonor y a Hermione.

Ron: No seas tonta, eso son mitos.

Harry: Así no llegamos a ningún sitio.- Se sentó en la camilla de Hermione otra vez tocando su mano, hasta que toco algo sólido, lo cogió, era un papel arrugado, lo abrió.

Ron: ¿Qué es eso?

Harry empezó a leer.

Y abrió los ojos de par en par.

Harry: Chicos, esto estaba en la biblioteca cuando Hermione fue atacada.

Harley: Seréis cabezotas.

Harry: ¡Vamos! ¡Vamos!- Todos abandonaron la sala.

"A lo mejor Hermione estará saltando de alegría."

"¿ENSERIO LES A COSTADO TANTO?"

Pasaron las horas y vino madame Pomfrey cantando la misma canción de siempre a hacer lo de siempre, revisarnos, movernos e hidratarnos.

Tenía esa voz de persona mayor que te producía nostalgia, tampoco era cantante profesional pero era entretenido escucharla.

Pasar las horas en esta enfermería te hacía ver las cosas de otro color, fijarte más en las cosas.

Creo que me voy a llevar un agridulce recuerdo de esta enfermería.

Eleonor Foster Y la Cámara De Los Secretos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora