El Chico de la Grand Cherokee

Boulevard

Los mejores sitios para disfrutar de la vida son aquellos que se encuentran en nuestra vida de manera inédita, aquellos que surgen de la belleza, del turismo o de la naturaleza.

Danna siempre visita aquel boulevard, ese sitio concurrido por los pueblerinos. Lleva una hilera de manera horizontal en cada extremo, repleto de árboles de jacarandas. En la estación de primavera da la apariencia de nubes lilas. Debajo de ellos hay bancas para que puedas descansar y contemplar el panorama, tener platicas con los amigos, o para echar novio que es lo más común y por supuesto mirar los automóviles de aquellos desconocidos.

Por supuesto que Danna va por dos cosas y no necesariamente las anteriores, es de pocos amigos y a Isaac le aburre estar sentado y perder el tiempo en esas cosas.

Danna va a ese boulevard porque puede leer sus mangas de manera tranquila sin ser motivo de burla, porque no sería observada por nadie en medio de toda esa gente.

De vez en cuando se ha topado con camionetas del estilo 4x4 Jeep. Desgraciadamente algo maltratadas
cosa que la pone algo triste. Sin embargo confía que algún día tendrá la suya. También existe un motivo inexplicable y se trata de aquel hombre que espía por su ventana observa de reojo en este boulevard que ella trata de comprender los motivos que la impulsan hacerlo en el fondo desearía hablarle pero no puede, Isaac jamás lo permitiría. Y las ilusiones se van por las escaleras.

Hoy decide visitar ese lugar, busca relajarse un poco, sintiendo el aire mezclado con humo, escuchar murmullos de la gente con andares tranquilos y rápidos, mirar una que otra gente conocida y otras personas que jamás los ha conocido. Escuchar el ligero cantio de los pájaros y el gorjeo de las palomas.

Todo estaba tranquilo, al parecer