Capítulo 17: Anhelo

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17-Anhelo

**Byakuya**

Abro la carta certificada que me acaba de llegar del cuartel leyendo la nota de dentro con suma decepción. El general Genryusai me informa de que es mejor que esté un tiempo más en casa sin volver al cuartel. Sé que él no quiere expulsarme del ejército por el aprecio que le tiene a mi padre, pero ante los otros oficiales tiene que disimular. Por suerte hoy me encuentro lo suficientemente bien para haber arreglado un poco el piso tras tantos días de enfermedad. Me siento algo febril aún, pero no lo suficiente para atarme a la cama otro día. Necesito tomar el aire. Necesito...verle....

De solo pensar en Renji mi cuerpo se estremece. Estos días en los que apenas he podido moverme, ha estado trayéndome comida y medicinas, aunque esto último ni lo he tocado. A veces le he sentido entrar en mi casa dejando la compra, para irse después tras comprobar que yo estaba dormido o al menos hacía que lo estaba. No me ha vuelto a tocar desde el día en que salimos juntos y mi cuerpo está muy necesitado de sexo. Dioses, estoy harto de masturbarme con consoladores, necesito su calor.

Termino de abrigarme bien antes de salir a la calle viendo lo nevado que está todo. Al suspirar, mi aliento sale en forma de vaho, así que me pongo bien la bufanda alrededor del cuello para no coger frío. Camino por las calles de Karakura sin mirar a nadie de mi alrededor, sumido en mis pensamientos. Cuando llego a un callejón que conozco a la perfección, trago saliva al no poder evitar adentrarme en él, deteniéndome en el local donde solía trabajar, que a estas horas tiene las luces apagadas y con el cierre echado.

-Esto sí que es una agradable sorpresa...- veo a Urahara Kisuke saliendo del callejón anexo a su local con varias bolsas de basura. –Kuchiki-san, ¿me echabas de menos? -

-En absoluto. Nunca fui un trabajador fijo, venía cuando me apetecía-

-Oh ¿y qué ha pasado? ¿ya no sientes ese deseo carnal que te devora las entrañas? - me estremezco cuando me hace esa pregunta haciéndome sentir incómodo. Bajo la mirada hacia mis botas cubiertas de nieve suspirando.

-Hay algo peor devorando mis entrañas en este momento...- lo he dicho como un susurro casi para mí, pero no puedo evitar alterarme un poco cuando veo que Urahara se ha acercado a mí sin que me diera cuenta y se ha puesto de rodillas para ver mi rostro cabizbajo.

-Sigues siendo hermoso, Kuchiki-san. Hasta el final lo serás- abro los ojos abruptamente al oír eso y él sonríe malicioso antes de apartarse de mí.

- ¿Qué significa eso? No es la primera vez que me dices eso del final ¿insinúas que voy a morir? ¡¡no soy tan débil!!! ¡¡sobreviviré a lo que sea!!-

-No lo dudo. Los Kuchiki sois hombres muy duros...aunque yo prefiero ver vuestra debilidad. Kuchiki-san...vas a morir. - siento un estremecimiento al oír eso mientras el desgraciado sigue sonriendo. –Pronto...muy pronto...-

-Eres un desgraciado. Maldigo el día en que te dejé follarme para saciar mi instinto-

-Tengo vídeos en los que te has dejado follar por muchos hombres, Kuchiki-san- abro los ojos ante esa amenaza. –tu culo era la maravilla de mi local. Ahora que ya no sirves, no me merece la pena tener un negocio así. Lo he cerrado para siempre-

-Kisama...yo no soy parte de tu espectáculo...si no destruyes esos vídeos, te...-

-Tranquilo, no me interesan. Ya he conseguido lo que quería, así que ya no te necesito- aprieto los puños con la intención de golpearlo, pero él al ver mi intención agresiva, se aparta aún más. –Lo siento, pero tengo que irme. He de vigilar a mi neko-chan...-

Reacciono al ver que está intentando huir metiéndose en otro callejón y en cuanto corro para seguirle, jadeo sorprendido al observar que ha desaparecido sin dejar rastro. Noto que el corazón me late desbocado en el pecho y al girarme, casi me da un infarto al ver a mi hermano Soujun mirándome con una expresión de tristeza infinita.

"Tentación a medianoche"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora