Capítulo 18: Odio

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18-Odio

**Haruka**

No hago más que gemir y gemir mientras mi espalda rebota una y otra vez contra la pared por la fuerza de las brutales embestidas de Kenpachi dentro de mí. Me agarro fuertemente a su cuerpo, con mis brazos alrededor de su espalda y mis piernas alrededor de su cintura, la cual no deja de moverse mientras mi cuerpo es alzado y poseído de tal forma que no puedo pensar en otra cosa que en su polla entrando y saliendo de mi culo a una velocidad endemoniada.

-Arf...ah, joder...me estrujas tanto la polla, pequeño, eres delicioso...-

-Ah...ah...lo sé...tú estás tan profundo...ah...te siento palpitar...- echo la cabeza hacia atrás cuando nuestros cuerpos se tensan por el orgasmo y jadeo intensamente al sentir el caliente semen de Kenpachi llenándome. Tiro de su pelo largo para sostenerme y degusto el placer del orgasmo mientras él resopla como un animal, sudando más que yo incluso. A pesar de que estamos encerrados en una ducha de los vestuarios del gimnasio del instituto, ambos estamos desnudos completamente, sin importarnos ser descubiertos.

Cuando consigo relajar un poco mi pulso, miro a Kenpachi el cual lo hace de forma abrasiva y abro la boca para que meta su lengua dentro dándonos un beso tan tórrido como lascivo. Gimo por la nariz mientras sigue devorándome la boca y acaricio su pecho cubierto de cicatrices haciéndole gruñir cuando libera mis labios dejándolos hinchados.

-Eres mejor que la ambrosía. Tu culo es una puta vaina perfecta para mi polla-

-Mm... ¿eso es un halago? - le lamo la boca haciéndole gruñir de nuevo y él me abraza más contra su cuerpo, haciéndome notar que aún su polla está dentro de mí endureciéndose otra vez, lo cual me sorprende.

-Eres increíble...ah...está creciendo dentro de mí de nuevo...-

-Tengo que aprovecharte a marcarte a fondo. Se acabó mi trabajo de guardia aquí-

- ¿Esto es una despedida entonces? - jadeo cuando vuelve a mover la cadera con pequeñas embestidas haciéndome estremecer entre sus brazos. - ¿ya ha sido suficiente? -

-Yo nunca tengo suficiente- jadeo de forma más aguda con una embestida más intensa. –Vendré a buscarte...y te follaré como ahora...hasta dejarte inconsciente...-

Cuando volvemos a corrernos de nuevo, noto como la polla de Kenpachi sale de mi interior al deslizarse flácida y una gran cantidad de semen baja por mis piernas hasta el suelo haciéndome cerrar los ojos. Kenpachi acciona el botón de la ducha para que el agua caiga sobre nosotros y empezamos a lavarnos mutuamente sin dejar de besarnos y mordernos los labios.

-Ah! Kenpachi...- me agarro a su brazo cuando me mete dos dedos en el ano para limpiarme bien de su esperma y antes de que quiera darme cuenta, me vuelvo a correr sobre su otra mano, la cual estaba acariciando mi polla. Me sostengo contra su cuerpo mirándole meloso y me pongo de rodillas frente a él para meterme en la boca su enorme polla, todo lo que puedo, ya que está dura y caliente de nuevo. Kenpachi echa la cabeza hacia atrás jadeando salvajemente y agarra mi cabello para mover mi cabeza al ritmo que le gusta. Es tan pueril, tan animal...que no puedo sentir esto como una tentación. Es tal como contaban las leyendas de él. Como por fin puedo probar en mis carnes.

-Métemela otra vez...- cuando se corre en mi boca, mientras saboreo su semen entre mis labios, no puedo evitar mirarle con los ojos vidriosos excitado de nuevo. Kenpachi esboza una sonrisa tan morbosa como siniestra que me hace suspirar y me veo jadeando cuando me hace darme la vuelta, empujándome la espalda para que me agache mientras él me la mete hasta el fondo haciéndome gritar. Dioses...en esta postura puedo hasta tocar el suelo con mis manos, estoy totalmente doblado mientras él se clava en lo más hondo de mi esfínter, es increíble....

"Tentación a medianoche"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora