Capítulo 10

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Y por fin sábado por la noche. Alejandra se está vistiendo con unas mayas de cuero, sintético, y una camisa blanca casi transparente y una chupa de cuero negra, también sintética. Yo me pongo una falda de cuero corta, medias negras y una blusa gris de tirantes muy finos con un abrigo de pelo negro, sí, sintético.

Nos maquillamos y Alejandra ya ha quedado con los de la otra vez.

Cuando bajamos las dos, están esperando en mi puerta con las bolsas Juanma, David y Alex más otros dos tíos junto a ellos.

-Hola chicas –nos saludamos con ellos.

-Éstos de aquí son el Chuli, el que lleva las bolsas y el Moreno, amigos de toda la vida de nosotros –dijo Juanma.

- ¿Se quedarán toda la noche? –pregunta Alejandra.

-No te preocupes –dice poniéndole el brazo por los hombros-, estarán a su bola –y empezamos a andar hasta el inem.

<<Ya me ha dejado plantada por otro tío, otra vez>>.

Me intento acoplar a Álex, pero está muy ocupado con los otros tíos. Después de andar un rato, vemos a Raúl, Andrés y a Ángel con el que faltaba, Jesús.

-Ey tíos, ¿qué tal? –salta David.

-Bien por aquí. Ésta noche tenemos un nuevo integrante en la familia, Jesús –responde Raúl.

-Vamos a enseñarle todo un poco a ver si se nos engancha otra vez que salgamos –le coge "el Moreno" del hombro, pero él no parece ni incómodo ni intimidado.

Continuamos andando hasta que ya vemos a una multitud de gente y nos empezamos a mezclar entre ellos.


Llevo todo el día metida en casa, me hubiera gustado haber salido con María y Ana.

<< ¿Por qué no les pedí el número ayer por la mañana? >>

Me tumbo en la cama recién cenada con el móvil hasta que los párpados empiezan a pesarme y empiezo a meterme en el sueño.

Empieza a sonar de golpe el tono del teléfono en medio de la madrugada, ¿por qué no lo habré puesto en silencio? Cuando lo cojo me sorprende el número, Rafa.

<<Para qué>>

- ¿Si? –pregunto rascándome los ojos.

-Hola Marta, ¿te molesto?

-Estaba frita, pero dime ¿ha pasado algo?

-Lo siento por las horas, pero es que he visto pasar a Jesús por mi calle con un grupo de gente.

- ¿Hace cuánto tiempo? –me empiezo a levantar.

-Pues hará diez minutos o menos, algo así.

-Voy para allá –digo poniéndome de pie para arreglarme.

-Pero son más de las dos de la madrugada, es muy tarde.

-Tranquilo, no pasa nada. Ahora voy para allá, luego te llamo, adiós –y con eso cuelgo.

Me viso lo más rápido que puedo para salir disparada por la puerta. Cojo una rebeca y voy al salón donde están mi madre viendo la tele con mi hermana:

-Hola mamá, tengo que bajar un momento –les da un sobresalto cuando estaban casi fritas los tres.

- ¿Para qué? ¿Es muy urgente? –pregunta mi madre.

-Sí, se trata sobre Rafa, que me tiene que decir unas cosas muy importantes –digo cogiendo las llaves y el móvil.

- ¿Y no puede ser por teléfono? Hija son las dos de la madrugada y tu padre va a volver pronto del turno de noche.

-Mamá estoy perdiendo tiempo, me tengo que ir ya. Encima, vive a dos manzanas, por favor... -digo habiendo pucheros.

-Llámame cuando llegues, ¿Entendido? –respondió mi madre apagando el televisor.

-Vale mamá, te quiero adiós –cierro la puerta y me voy.

El camino fue bastante largo y silencioso, en algunas calles no había luces y en otras, las farolas estaban fundidas. Había llamado a Rafa para decir si le había visto de nuevo, y la respuesta era sí: estaban en el portan de enfrente de su casa.

Me doy toda la prisa que puedo hasta que llegó a la calle donde estaba Rafa abajo esperándome. Le mando un whatsApp rápido a mi madre y voy con él.

-Hola Rafa, ¿son esos de ahí? –digo señalando en el portal medio oscuro.

-Sí, iban también con otras tres o cuatro chicas, pero no he podido reconocer a nadie.

-Voy a ir para allí.

- ¿Tú sola? Ni de coña, voy contigo –dice cogiéndome del brazo.

-Es mejor que valla sola, estaré bien.

-Que no, yo voy contigo.

Con las mismas, fuimos hasta el portal donde pudimos reconocer a Jesús y a una chica chica que estaba entre sus piernas, Noelia, ex-amiga de Raquel (según los rumores se enfadaron porque Raquel se tiró a su ex y después se lo dijo a la cara) y también reconocemos a Raúl, Andrés y Ángel más otros cinco tíos y más chicas por ahí tiradas en el portal.

A medida que nos vamos acercando, el olor que inundan nuestras fosas nasales empieza a ser el rón, vodka y distintos tipos de licores conjuntados con olor a porros.

Cuando empezamos a acercarnos un poco más, empieza a mirarnos Noelia, después las chicas esas y después los cinco chicos hasta que, el último que mira que estamos solo a menos de un metro de él, es Jesús. En ese momento se intenta poner en pie, pero Noelia le sujeta las piernas y se junta más a él.

<< ¿Cómo has llegado a esto?>> Me gustaría preguntarle en este mismo momento.

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⏰ Última actualización: Dec 09, 2019 ⏰

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