Henry Bowers.

Capítulo I

—...Las ecuaciones incompletas son aquellas que carecen del término lineal o independiente, joven Criss dejé en paz a la joven Jones, por favor.— La mayoría soltó una pequeña risita. Miré a mi amiga que tenía "mala fama", ella se sentaba delante de Victor Criss, ella me miró con una cara de desesperación, Victor la acosaba de cierta manera. Le hice un "ignóralo" con los labios, pero sin dejar que salga sonido. El timbre para dar el final de las clases sonó, ambas nos levantamos rápido y salimos del salón para juntarnos con los perdedores, lo malo era de que dónde nos juntábamos también se juntaban los  Bowers Gang, por ende Criss venía detrás nuestro, ¿Algo peor? Había que pasar a lado de Bowers y sus gorilas. Al verlos a una distancia cercana empezamos a apresurar el paso, mala idea.

—¿A dónde tan apuradas?— habló Henry poniéndose al frente de nosotras. Ambas nos miramos con algo de terror, pero no dijimos nada.—¿Qué? ¿Les comió la lengua el gato? De Clarisse lo espero pero de Layla.— soltó una risa.— Cuando estabas en mi cama para nada te callabas.— se acercó a ella para oler su cabello, ella tomó mi mano y me sacó de ahí, y llegamos con los chicos.

—¿Están b-bien?- preguntó Bill.— Vimos que B-Bowers e-estaba con ustedes.

—Si si, estamos bien, es un idiota..— pero uno muy lindo.

—¿Cómo que Bowers te parece lindo?— habló Richie, mierda había pensado en voz alta.

—Nada, nada. Mejor hay que ir a la cantera.— Asintieron y empezaron a caminar, Layla se acercó a mi.

—Puede que con ellos evites el tema pero conmigo no, así que me debes una plática.— me susurró, asentí aunque seguramente ella se olvidaría así que no le tendría que contar nada. Al llegar a la cantera nos deshicimos de nuestra ropa y como de costumbre Layla y yo fuimos las primeras en saltar.

—¡Joder, siempre nos humillan las chicas!— escuché la voz de Richie antes de que el se lanzara, al estar todos ya en el agua empezamos a jugar casi todos, excepto por Layla que se sentía algo mal así que solamente nadaba. Estuvimos un rato ahí hasta que nos fuimos a nuestras respectivas casas, Richie me acompañaba, al llegar vimos el auto de Belch, o mi hermano había llegado temprano o todo el Bowers gang estaba aquí.

—Nos vemos mañana, Rich.— me despedí de él y el se fue, abrí la puerta intentando no hacer ruido, al entrar vi a todos ahí, mi pesadilla acaba de empezar. Caminé lo más rápido que pude a mi habitación y me encerré en ella. Por alguna razón no dejaba de pensar en lo que Bowers había dicho ¿De verdad había tenido sexo con Layla?

—¡Idiota calla el maldito teléfono!— oí gritar a mi hermano, tomé rápido el teléfono de mi habitación.

—¿Hola?—

—Suéltalo todo.— escuché la voz de mi amiga a través del teléfono. Mierda, pensé que se había olvidado de esto.

—¿De que hablas?— intenté hacerme la idiota.

—Henry idiota Bowers.—

—¿Qué hay con él?—

—Dijiste que era lindo.—

—Yo nunca dije eso.—

—Mientras mas lo evites más razón me das, no olvides que tengo testigos.— soltó una risita.

—Bien, bien. Henry... no sé lo empiezo a ver lindo... digo no es feo... y... creo que empiezo a sentir algo por él...—susurré

—Espera, espera. ¿Te gusta Bowers?—

—No lo sé. Creo...— escuché unos gritos en la otra línea.

—Mierda, tengo que colgar.— habló nerviosa y colgó. Suspiré y dejé el teléfono en su lugar. Escuché risitas en la parte de abajo, traté de escuchar que decían cuando recordé que había un teléfono abajo en el que se puede escuchar lo de este teléfono, mierda, mierda, mierda. Escuché pasos en las escaleras, intentaron abrir la puerta de mi habitación, me metí rápido a la cama intentando hacerme la dormida, en estos momentos agradezco que esta esté cerrada con llave y además con una silla. Mi respiración estaba agitada así que me tapé hasta la cabeza e intenté regular mi respiración. Dejé de escuchar que querían abrir la puerta y los pasos alejarse. Suspiré aliviada y me destapé un poco, al ver que no había nadie me destapé por completo y empecé a cambiarme por mi pijama, cuando sentí una manos en mi cintura me giré rápido para ver a Henry Bowers tomándome de la cintura.— ¿Qué diablos haces?— me solté de su agarré pero el solamente me tomó de la cara y me besó, para luego salir de mi habitación sin decir nada.

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