Capítulo X

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Me sentía algo incómoda estando con Henry, no era fácil saber que el chico que me gusta y mi mejor amiga están teniendo algo a mis espaldas, ambos estando conscientes de lo que siento, Henry tomó mi mano haciéndome salir de mis pensamientos.

—Linda, ¿Qué pasa? Te noto algo distraída.— dijo mirándome.

—No te preocupes, sigo... algo dormida eso es todo.—

—Bueno.— seguimos caminando, Rich me habría dicho que regresemos a casa... No he hablado tanto con el, así qué tal vez vaya a verlo en un rato.

Caminamos durante un rato recorriendo el centro de Derry y comiendo un helado, la gente me veía mal y si, era bastante incómodo, ahora entiendo que siente Layla, pero ella se lo buscó, en cambio yo solo estoy paseando con Henry Bowers, pasaron algunas horas y regresamos a casa, tuve que decirle que me dolía la cabeza y así regresamos. Al llegar a la casa subí a mi habitación rápido para evitar estar más tiempo con Henry, en mi habitación estaba Layla hablando con Victor.

—Hablamos después.— Victor se levantó algo enojado y se fue. Layla se acercó a mi.

—Llegaron pronto, ¿Qué fue lo qué pasó?—me preguntó.

—Me duele la cabeza, eso es todo.—

—Te traeré una pastilla, tú acuéstate.— dijo y salió de la habitación.

—Gracias.— me acosté en la cama y ella salió de la habitación. Estaba pensando en cómo decirle que ya sabía todo lo que hacía con Henry, pero no encontraba las palabras. Suspiré, esto no iba a ser a fácil, a pesar de casi siempre decir las cosas de frente, esta vez se sentía diferente, me estaba enfrentando a mi "mejor amiga", esto no iba a terminar bien. Layla entró a la habitación con una pastilla y un vaso con agua.

—Bien, aquí tienes.— me entregó las dos cosas.

—Gracias.— le sonreí y me tomé la pastilla.

—Y... ¿Todo bien con Henry? ¿Ya es oficial?— me preguntó con una sonrisa

—¿Alguna vez pensaste en ser actriz?— le pregunté.

—¿Por qué la pregunta?— se notaba confundida.

—Deberías considerarlo, eres buena actriz. Y si, todo está bien con Henry, aún no es nada oficial.— dije y suspiré.

—Verás que pronto será oficial.— me sonrió.— Bueno, me tengo ir, mi papá debería de llegar a casa pronto.—

—Ten cuidado, cualquier cosa me llamas.— le dije y nos despedimos con un beso en la mejilla, ella salió de mi habitación y decidí acercarme a la puerta, tal vez hablaría con Henry.

—¿Te vas ya?— le preguntó Patrick.

—Si... Tengo que hacer algunas cosas en mi casa y eso. Pero los veré en algunas horas, ¿De acuerdo?— un sonido de beso se hizo presente seguido de un "Cuídate" de parte de Patrick, segundos después de escuchó la puerta principal cerrarse. Bien, al menos esta vez no había hablado con Henry, me preguntaba si estaba aquí. No, no, el no te debe de importar, pensé y de nuevo me fui a la cama, había decidido dormir un poco más.

Unos pequeños golpes hicieron que despertara de mi sueño, algo estaba golpeando mi ventana. Miré el reloj, 6:40, al parecer había dormido bastante. Me levanté para ver que era lo que estaba golpeando mi ventana, eran los perdedores.

Abrí mi ventana.— ¿Qué ocurre?—

—Te hemos estado llamando, ¿Por qué no me respondías? Creímos que Bowers te había hecho algo.— habló Richie.

—El no me hizo ni me ha hecho nada.— aclaré, vi como los perdedores se miraron entre ellos.— Pero bueno, ¿Para qué me llamaban?—

—Tenemos que decirte algo... Y probablemente no te va a gustar.— dijo Eddie.

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Henry Bowers.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora