Henry Bowers.

Capítulo II

Me desperté agitada, mierda. ¿Por qué había soñado con Henry? No, no esto estaba para nada bien. Miré mi ventana, ya era de noche, por la hora que era supuse que los chicos ya se habían ido por lo que bajé a la cocina, tenía bastante hambre, quité la silla de la puerta y el seguro para poder salir, bajé las escaleras en silencio y fui a la cocina, suspiré aliviada al ver que ya no había nadie, abrí el refrigerador y sonreí leve al ver que había comida ahí, mi hermano podría ser un idiota pero se preocupaba de cierta forma por mi. Hice algo simple y luego fui al baño, hice mis necesidades y lavé mis dientes después fui a mi habitación, abrí la puerta y cuando estaba a punto de cerrar la puerta escuché otra voz.

—Entonces, ¿Piensas que soy lindo?— Henry Bowers estaba sentado en el borde de mi cama jugando con uno de mis peluches

—Tú no eres real, eres otro sueño.— reí nerviosa.

—Primero dices que te parezco lindo y ahora sueñas conmigo, vaya, que divertido. — soltó una risa y se acercó a mí, yo por acto involuntario me hice para atrás y choqué con la puerta al querer alejarme el ya me tenía acorralada.— Cuéntame de tú sueño y veré si puedo hacerlo realidad.— susurró en mi oído y luego mordió el lóbulo de mi oreja, haciéndome soltar un pequeño gemido, escuché una risita por parte suya.— ¿Me vas a contar tu sueño o no?— negué con la cabeza.

—Aléjate... Henry...— le dije, el sorpresivamente se alejó de mi, me alejé rápido de la puerta quedando en la mitad de la habitación.— Vete...- el sonrió.

—Se que te gusto, Farah. ¿Por qué quieres que me vaya?— Mierda, me habían escuchado.

—No me gustas, Bowers. Lárgate.— el se acercó a mi, me tomó de la cintura.— ¿Qué diablos haces?— me intenté soltar de él, pero no pude. Me tomó de la cara y se acercó a mi.— Esto no se va a quedar así, linda.— susurró sobre mis labios, estaba a punto de besarme pero me alejé rápido.— Vete...— se alejó y salió de mi habitación, casi pasaba lo mismo que en mi sueño.. ¿Por qué carajos me alejé? Estaba segura que me iba a arrepentir de esto más adelante, fui a la puerta y le puse el seguro y la silla, me metí nuevamente a la cama e intenté dormir, más no lo conseguía alguien me mantenía despierta, Henry Bowers, sabía que para pudiera estar yo con el tendría que pasar un milagro, diablos.

—De todas las personas qué hay en Derry me tiene que gustar el chico que me molesta.- solté enojada y cubrí mi cara con la almohada y después de un rato logré dormir.

La campaña para entrar a clases había sonado por lo que mi pequeño y grupo y yo nos tuvimos que separar, odiaba esta clase y ahora la voy a odiar más me toca sola y lo peor, con Patrick y Henry. Sabía que al menos uno de ellos me iba a molestar en esta clase por lo que estaba dudando no entrar, al final me decidí por entrar. Ellos son los menos interesados en sus calificaciones no van a entrar a clases pensé, entré al salón y no estaban ahí sonreí y fui a mi lugar saqué mis cosas y el profesor comenzó a dar la clase, pasado un rato tocaron la puerta, supuse que era algún alumno o profesor que venía a entregar algo, al darme cuenta quiénes eran la sonrisa que había tenido durante la clase se desvaneció, eran ellos. Quedaban dos asientos libres uno a mi lado y otro cerca de la ventana, empecé a recoger mis cosas para moverme al lugar de la ventana y que ellos se pudieran sentar juntos cuando estaba a punto de levantarme vi que Patrick ya se había sentado ahí, mierda, tuve que dejar mis cosas en su lugar y ver como Henry se sentaba a mi lado, intenté no mirarlo y poner atención al profesor pero me era imposible sentía la mirada de Henry en mi, era bastante incómodo, me puede gustar y todo pero aún así no es agradable que te estén viendo todo el tiempo, la clase terminó y rápido salí del salón para ir a mi siguiente clase que al menos compartía con Layla, tenía que sacarme una duda sobre ella así que le preguntaría hoy. Entré al salón y la vi sentada como siempre con un semblante serio, me acerqué a ella.

—¡Hola!— salude.— ¿Te puedo preguntar algo?

—Hola.— respondió sin ninguna emoción.— Si, ¿Qué?

Me acerqué un poco más a ella.— Te... ¿Te acostaste con Henry?...— finalmente le pregunté la miré y ella empezó a rayar la banca, se había puesto nerviosa.

—¿Por qué lo preguntas?—

—Por lo que dijo el ayer...

—¿Ayer?— estaba evitando responder

—Si, el dijo que cuando estabas en su cama no te callabas.— me molesto un poco recordar eso Layla dejó su bolígrafo con algo de enojo en la banca.

— Es Henry Bowers de quien hablamos, el dice que se acuesta y luego yo que tengo la fama de la zorra de Derry, ¿Parece creíble no?— dijo con un tono de enojo.

—Solo preguntaba, no tenías que ponerte así.

—¿Tanto lo quieres saber?— preguntó a lo que yo asentí.— Si, si me acosté con él, ¿Feliz?— se levantó de su asiento y empezó a caminar a la salida del salón. Las pocas personas que estaban ahí escucharon la conversación pero no se veían sorprendidos y a decir verdad yo tampoco lo estaba.

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