Henry Bowers.

Capítulo XI

—Chicos, díganme que es lo que sucede.— dije cruzándome de brazos.

—Ella probablemente no te lo dirá, así que preferimos hacerlo nosotros.— dijo Eddie

—¿Ella? ¿Quién es ella?— suspiré, seguramente se trataba de Layla.

—Es Layla, la vimos con Henry.— dijo Richie con una cara seria.

—Pues son amigos, es normal ¿No?— dije aunque ya sabía a que se referían.

—No, Farah... E-Ellos se estaban besando.— dijo Bill mirándome con algo de ¿pena?.

—Oh...— bajé la mirada al suelo, ya sé que es lo que sucede entre ellos dos, pero aún así no puedo evitar sentirme mal.—Ya lo sabía.— solté de repente.

Ellos se miraron confundidos.

—Los vi la otra vez, solo me están usando.— miré a los perdedores.-- Y no solo a mi... A Patrick y a Victor también.—

—No puedo creer que ella te este haciendo esto, se supone que son amigas, mejores amigas.— dijo Mike.

—Las personas no son lo que aparentan.— sonreí algo triste. —Pero bueno, no importa ellos tendrán sus razones, ¿cierto?— Los chicos se miraron preocupados.— bueno, ya casi es el toque de queda, deberían volver a sus casas y mañana deberíamos ir a la cantera, tiene mucho que no salimos juntos.— ellos asintieron y comenzaron a irse, entré a mi casa nuevamente y rompí en llanto, estaba enojada, ya sabía todo lo que pasaba pero al menos era cosa de 3 personas y no me sentía tan humillada, seguro todo el pueblo ya lo sabía para este momento. La puerta de mi casa se abrió y dejó ver a un Richie Tozier con su característica sonrisa que cambió al ver el estado en el que estaba.

—Farah, cálmate.— me tomo de los brazos.— No es tu culpa, ¿okay? Layla siempre fue una idiota a la que no le importa nada más que ella misma y Bowers es más idiota que ella.— me miro a los ojos pero yo no dejaba de llorar.— Deja de llorar.— me agitó un poco haciéndome "regresar" de cierta forma a la realidad.

—Se supone que éramos amigas, Rich.— hablé y mi voz salió quebrada.— Sabía que ambos eran malas personas.— Richie me ayudo a sentarme en el sofá.— Solo que yo no lo quería ver..— mencioné esta vez con un tono de enojo, miré a Richie.— Si ellos dos son idiotas, creo que yo soy aún más idiota que ellos.— Richie me abrazó.

—Linda, tú no eres idiota. Ellos dos son buenos manipulando, todos caen con eso... pero eso no es tu culpa, tú eres bastante más inteligente que ellos.— se separó un poco de mi y acarició mi rostro con delicadeza.— Y eso es lo que más me gusta de ti.— susurro encima de mis labios y yo lo besé a lo que él correspondió, el beso era algo salado por el hecho de que yo aún lloraba un poco, nos separamos y le sonreí.

—Te quiero, Rich.— lo abracé y el acarició mi cabeza por un momento.

—También te quiero, Farah.— nos quedamos abrazados algunos minutos hasta que oímos el auto de mi hermano estacionarse fuera de la casa.—Bien, creo que tengo que irme.— se levantó.

—Sal por la puerta trasera.— el asintió y desapareció de mi vista, la puerta se abrió dejando ver a mi hermano.— Holaaa.

—Hola, traje comidaa.— dijo y me enseño la caja de donas que traía.— traje de tus favoritas.— dijo dejando la caja en la mesa.

Me levanté del sillón y me acerqué a la mesa para después sacar una dona de la caja.— ¿Estuviste en casa de Henry?— le pregunté y el asintió.

—Se suponía que iríamos todos, pero supe que te sentías mal así que opté por dejarte dormir.— dijo tomando el también una dona.

—Gracias.— le sonreí.— ¿Y que fue lo que hicieron?— le pregunté para tener algo de conversación con mi hermano.

—Lo mismo de siempre, tomar cerveza, Victor viendo a Layla y Patrick besuquearse, Henry hablando de ti, blah blah blah.— rió.— De verdad que nunca había visto a Henry así.

—¿Así como?—

—Tan "enamorado" de alguien.— me dijo levantando las cejas, yo solté una carcajada.— ¿qué?

—Henry Bowers, ¿enamorado de mi? Debe ser una broma.— dije en un tono burlón.

—No, no es broma.— escuché la voz de Henry detrás mío.

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