Bakugou Katsuki

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Katsuki era... Katsuki. Aunque a mí me gusta definirlo como un musulmán bastante mal comportado. Era un idiota con todos y muchas veces hasta conmigo o Kirishima aunque siempre regresáramos y nos explotase. Supongo que en algún momento a principios de año, se acostumbró a ello y ahora éramos sus "conocidos" diría él, lo cual a Kirishima y a mí nos gusta llamar sus mejores amigos.
Pero no siempre fue así.
Al principio yo me ofendía bastante cuando Katsuki me ponía todos esos apodos y me apartaba. Siempre tardó más en aceptarme a mí que a Kirishima y eso me dolía bastante. Pero decidí ignorarlo hasta que me aceptara como él mismo hizo tiempo después.
-Hey Bastarda- un chasquido de dedos con una pequeña chispa en ellos y una voz bastante familiar me sacó de mis pensamientos.
-¿Si, rubia?- a Bakugou se le hinchó una vena del cuello. Cosa que yo noté y rápidamente me sacó una carcajada. Estaba esperando el momento para que me correteara y carbonizara pero nunca llegó.
-Tsk- chasqueó su lengua -Vamos que no tengo todo el puto día- dijo al mismo tiempo que reafirmaba su mochila en sus hombros y comenzaba a caminar hacia la puerta del salón de clases.
Desde que nos conocimos, él había sido más leve conmigo en todo aspecto. Las quemaduras de Kirishima o Denki siempre eran peores a las mías. Lo cuál, me molestaba y molesta bastante porque me hace sentir que él no me considera una rival... lo suficientemente digna. Pero como muchas cosas en mi amistad con Bakugou, lo dejé pasar.
Me levanté de mi asiento, tomé mis cosas y empecé a caminar con la mirada en alto y con seguridad. Eso es algo que Bakugou me enseñó. No tenía problemas de autoestima pero tampoco tenía tanta seguridad en mí misma. Algo que Bakugou notó y yo justificaba que por ser alta, me había acostumbrado a ver un poco para abajo pero claro, él no se creyó ni una mierda y me enseñó a tener más seguridad. A ser un poco más como... él. Y no me moleta en absoluto. Yo lo noto, desde que me junto con él y el Bakusquad soy muchísimo más segura de mi misma y he mejorado en todo aspecto posible. Siempre he sido chistosa y sociable pero ahora... diría Denki "soy imparable" cosa que a veces siento que a Bakugou le molesta porque él también ha cambiado un poco conmigo. Es mucho más expresivo y tiene más confianza en mí a su manera claro.
-¿Quieres?- Le pregunté mientras abría un paquete de Kit Kats que tenía en mi mochila e íbamos camino a mi casa que quedaba a una cuadra antes de la suya. Por lo cual, íbamos a casa juntos siempre.
-Eso es una maldita adicción, fea.- Noté como sonreía de lado. Sonreí y estiré un poco más el paquete para que cogiera una barra. Él la tomó y rozó sus dedos con los míos, haciendo que yo me emocionara un poco, cosa que no hice notar. En ese aspecto, soy como Todoroki. Esconder mis sentimientos muy bien es algo que se me da y por lo mismo, llevo 1 año enamorada de el mismo idiota.
-Dame otro- Dijo o mejor dicho ordenó.
-No- contesté. Si algo me gustaba era hacer que el rubio perdiera su orgullo.
Un chasquido de lengua se hizo presente y sentí como él posaba su mano en mi cabeza revolviendo ligeramente mi cabello. Me tensé. -Dame otro... por favor.- Rápidamente le mostré el paquete para que tomara otra, cosa que él hizo. Lo que no hizo, fue apartar su mano, solo la movió y me abrazó por los hombros y siguió caminando a paso seguro mientras yo estaba teniendo un derrame nasal y cerebral ahí mismo. Joder, joder, joder, joder, joder, joder, joder, joder, joder, joder, joder, joder esto sí es nuevo.
Me sonrojé demasiado para mi gusto. Soy pálida y bastante así que fue muy fácil para él notarlo pero ni él ni yo diríamos nada. Así que miré por el rabillo del ojo y vi que sonreía mientras notaba mi sonrojo. Corrí la mirada hacia otro lado y me quedé viendo a los mocosos del parque jugar mientras tomaba la última barra de mi Kit Kat. Mordí la mitad de la barra pero la sostuve con mis labios mientras iba a sacar otro paquete de mi mochila.
-Puta orgullosa- dijo él.
Reafirmó su agarre en mis hombros y me hizo tornar todo mi cuerpo hacia él. Acercó su cara a la mía. Sus labios a los míos y me besó. Me besó unos dos segundos y me arrebató el pedazo de Kit Kat que yo sostenía.
-Ka...Katsu... ¡BAKUGOU!- Grité. Haciendo que mi nariz con pecas se frunciera un poco.
-No grites fea- ¿Solamente diría eso? ¿De verdad? Pero no... ¿QUÉ MIERDA?
-Tú... ¿pero qué mierda?- Bakugou me volteo a ver y sonrío. Sonrío con esas putas sonrisas de lado llenas de orgullo que solamente me dejan confundida e idiota.
-Quería el Kit Kat- simplemente dijo.
No.
No me jodas.
-No me jodas Katsuki Bakugou- dije molesta. Con mi kosei de elasticidad, visualicé un poste lo bastante lejos de esa situación incómoda e estiré mi brazo hasta alcanzarlo. Haciendo que yo recorriera toda esa distancia en cuestión de segundos llegando al poste y regresando mi brazo a la normalidad. Y... me eché a correr como si me cargara el diablo. Que en estos momentos, se podría decir que sí lo hacía.
-¡VUELVE ACÁ MIERDA DE CHICLE!- Gritaba Bakugou mientras me perseguía. Me reí ante el apodo pero seguí corriendo, buscando un lugar en el cual esconderme y poder pensar en lo que había pasado.
Seguí corriendo con Bakugou detrás mío gritando estupideces sin fin. Vi un edificio bastante alto por lo que me propuse estirarme para que yo misma me propulsara hasta allá arriba. Con lo que no conté, fue que Bakugou luego de minutos que parecían horas de correr, usara su kosei para impulsarse. Creando explosiones con sus manos y alcanzándome.
Katsuki no pudo parar la potencia que ya llevaba y tuve que sostenerlo para que no se estrellara con la pared. Pero gracias a este extra impulso, él y yo salimos disparados hacia el último piso del edificio al que yo planeaba irme.
-¿QUÉ MIERDA BASTARDA?- gritó Bakugou mientras ambos nos elevábamos en el aire.
Coño el impacto en el cemento será duro para ambos.
-¡NOS VAMOS A ESTRELLAR ESTUPIDA!- Gritó.
-Cállate idiota- dije. Con mi otro kosei, agua, inunde básicamente el piso haciendo que cayéramos en una especie de alberca y al estar tan cerca, anulando un poco el impacto del golpe.
Ambos, empapados en la alberca que cree, salimos a la superficie, limpie mis ojos y con lo primero que me encontré, fue con un diablo nadando hacia mí.
-COÑOOOOO- grité mientras empezaba a nadar hacia el lado contrario de la "piscina".
-¡YA PARA BASTARDA O TE JURO QUE TE HAGO CARBÓN!- Gritó mientras seguía nadando hacia mi como si de carrera olímpica se tratase.
-¡DEJA DE LADRAR PUTO PERRO QUE ME ESPANTAS!- Le grité y cedí. Me quedé quieta. No podría huir de él para siempre y lo que tuviera que pasar, mejor que pase ahora.
Bakugou me alcanzó y me abrazó al igual que nos hundía a ambos.
Salimos a la superficie con él, todavía abrazándome.
-¿TIENES MIERDA EN EL CEREBRO O ESTÁS TRATANDO DE AHOGARME?- Le grité.
-Puta madre- dije en un caso susurro. Que guapo se veía. Completamente mojado y con su cabello mojado mientras tenía su expresión típica en su rostro. Y ahí mismo, me di cuenta de la posición en la que estábamos. Ambos pisando el "piso de la piscina" ya que por obvias razones, no era muy profunda. Él enrollándome con sus brazos, nuestros cuerpos completamente pegados el uno al otro.
-Bak... Bakugou suéltame- dije. Puse mis manos en su pecho en el cual, tenía toda su camisa pegada y traté de safarme de su agarre. Luego de un tiempo así y yo obviamente logrando nada. Me quedé quieta nuevamente. Él no me soltaba y yo no podía irme así que solo me quedaba hablar.
-¿Piensas soltarme o nos quedaremos así todo el día? Solté. Voltee a verlo y no despegué mi mirada de la suya. Sus hermosos ojos rojos rubí con sus pestañas mojadas.
-Fea- fue su última palabra. Y me besó. Me besó brusca y desesperadamente mientras me tomaba de mi cintura por debajo del agua. Y yo no me resistí, seguí el beso tratando de adaptarme a su brusquedad. Bajó sus manos hacia mis muslos y subió mis piernas a sus caderas. Enrollé mis brazos en su nuca y con mis manos, jugaba con su cabello mojado, enrollándolo entre mis dedos. Mordió mi labio inferior e introdujo su lengua en mi cavidad bucal, buscando la mía. Él separó el beso y bajó hacia mi cuello, besando y succionando, dejándome una que otra marca. Solté un leve gemido y me avergoncé. Así que me separé, abochornada. Más él no me dio tiempo y volvió a juntar su boca a la mía. Nuestras lenguas se enrollaban en un beso apasionado mientras nuestros labios tronaban luego de que cada desesperado beso terminara para comenzar uno nuevo.
Finalmente nos separamos, quedándonos en la misma provocativa posición. Mirándonos a los ojos. Yo sin saber qué decir y él buscando las palabras correctas.
-Mira fea, me gustas.- abrí levemente mis labios aún jadeante -Ahora eres mía y de nadie más. ¿Entiendes?- asentí con mi cabeza en respuesta. El sonrío y junto nuevamente sus labios con los míos, esta vez, tranquilamente.
-Ahora bájanos de aquí arriba antes de que vengan por ambos.- Reí ante eso. -Agárrate- Nuevamente me abrazó y nos baje a ambos del edificio.
Empapados, seguimos caminando camino a nuestras casas. En silencio.
Me puse mi empapada mochila en un hombro y saqué ese mojado paquete de Kit Kat esperado.
-¿Quieres uno?- sonreí.
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1658 palabras. Me encantó. Me vale madres lo demás.
Espero les haya gustado. Cualquier pedido en los comentarios o por privado. Solo pongan con quién, con o sin lemon 😏 🍋 y de qué quieren que se trate.
Nuevamente, espero que les haya gustado. Me despido, ¡hasta otro shot!

BHNA ~One Shots~ pedidos abiertos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora