secretos y confesiones (parte 2)

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 –Bueno, mi secreto es...algo que jamás lo conté, a nadie ¿sí?–Le dije a Ryan, este secreto jamás se lo eh contado a nadie...no sé si será por miedo o porque temo que las personas se rían de mi o se me estén burlando. Pero siento que con Ryan va a ser diferente, además él me conto algo muy importante, es momento de que yo cuente el mío.

–Tranquila, no se l diré a nadie, lo prometo–Dijo con una tímida sonrisa, mirándome a los ojos, se notaba en ellos amabilidad. Di un largo suspiro y empecé a contar cual era este "gran'' secreto que tenia loco a Ryan.

–Cuando yo era chica, tenía como...cuatro años creo, nosotros no estábamos aquí, como ya te conté antes–Me detuve para mirar un poco por la ventana y después seguir contando.

–No era como soy ahora, antes me gustaba las flores, las mariposas, como una niña normal, una a la que no le pasa nada de nada. Pero un día todo eso cambio, cambio demasiado. Estaba en el auto con mi padre y mi madre– En ese momento Ryan se sorprendió demasiado. Abrió los ojos como platos y la boca creo que le llegaba hasta el piso.

–Espera ¿qué? ¿Tu madre? pero ¿cómo?–Pregunto él aun asombrado por lo que acababa de decir.

–Pues sí, todo el mundo tiene una madre y un padre, pero en mi caso no es así– Tome un respiro y seguí– Nos estábamos yendo al parque, mi madre quería ir a comprar algo, mientras que mi padre y yo jugábamos en el parque.

–Ese día estaba soleado, un día perfecto para jugar, un día hermoso, pero no todo lo bueno es bueno–Después de que dije eso me quede calla unos minutos recordando lo que había pasado ese día, jamás me podre olvidar de ese maldito día, en que todo cambio, cambio de una manera muy drástica que para una chica de tan solo 4 años, fue lo peor que le haya podido pasar.

Empecé a sentir lágrimas en mis ojos, pero no me importo, quería seguir contando esto. Sabía que Ryan debía saberlo, ya que era mi mejor amigo y además quería contarle a alguien ya que esto me lo había guardado hace 14 años.

Jamás hable con nadie sobre esto, ni siquiera con mi padre, ya que sabía que para él fue mucho peor. No tenía el valor para hacerlo, además de que antes no tuve tanta confianza con nadie, ya que nunca eh tenía un "mejor'' amigo fijo.

Siempre se iban o peor me utilizaban solo para su beneficio. Ellos creían que eso era una broma, pero para mí, no lo era, era mucho más, ya que eran muy especiales para mí, pero yo seguí cayendo en la misma trampa.

Pero no me importo, sabía que en el mundo no solo hay personas malas, por eso seguía dándoles oportunidades a los demás y ese fue mi gran error. Pero con Ryan fue diferente, desde el primer momento en que nos chocamos, la primera vez que hablamos, en la forma en que de verdad me escuchaba y me hacía sentir mejor de lo que estaba, sentí que él no sería como los demás.

–Y ¿qué paso ese día?–Pregunto Ryan, prestándome atención, con cara de preocupación y también algo de tristeza, levante la cabeza, ya que estaba mirando para el piso, asentí con mi cabeza y seguí contando lo que había pasado ese día.

–Estábamos a punto de legar al parque al que íbamos siempre, mi padre conduciendo el auto, mi madre sentada en el asiento del copiloto y yo atrás, mirando por la ventana, la gente caminando y el paisaje, mi padres estaban hablando alegremente, hasta que lo hice también.

–Mi padre volteo un poco su cabeza para mirarme y mi madre también. Ella siempre tan buena, mirándome con unos ojos que demostraban ternura y cariño– Yo no podía contener las lagrimas por mucho más, así que algunas de ellas empezaron a salir por el rabillo de mis ojos, pero no deje de contar lo que había pasado.

–Mi madre en ese tiempo, estaba esperando un bebe, eso me olvide de contarte–Dije mirándolo atentamente, él tenía mucha tristeza, seguro que es porque es la primara vez que le cuentan algo así.

¿ser nadie? eso no lo creo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora