La cita (parte 2) (partes inesperadas,)

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Esto se estaba volviendo cada vez más incomodo, pero mi pregunta seguía siendo esta ¿Qué carajo tengo que ver yo en todo esto?

Y, lamentablemente, la respuesta a todo esto es que, si yo no venia, Cameron se iba a quedar solo. La verdad, tuve que haber dicho que no podía y así me evitaba es “hermoso’’, pero muy incomodo almuerzo.

James y Ryan se tiraban alguna que otra miradita, muestras que Cameron y yo, no hacíamos nada más que comer o tratar de sacar algún tema de conversación. Pero jamás pensé que sería tan difícil empezar a hablar de algo.

Si era porque Ryan no decía nada y bajaba la cabeza, era porque James, hacia lo mismo. Esto era puramente incomodo.

Cada quien en su propio mundo, sin decir absolutamente nada. Pensé que esto iría a ser más interesante, como que, ellos dos estarían como la tipia pareja que se dicen cositas al oído o que por lo menos estarían con una sonrisa, demostrando que son felices estando con el otro, pero, era puramente diferente y lo peor de todo, es que no sé por qué.

¿Habrá pasado algo este ellos dos? ¿Se habrán peleado y por eso ahora están así? No lo sabía y no sé si lo sabré, pero de lo único que estoy segura es que, tenía que hacer algo, esto no se podía quedar así.

Con la servilleta que estaba a un costado de la mesa, limpie mi boca y después, hable.

–Y James ¿cómo has estado?–Pregunte, si iba a hacer algo, primero tenía que empezar hablando de algo ¿no?

–Eh...bien, entre todo...y tu jane ¿cómo conociste a Ryan?–Pregunto un poco triste y a la vez molesto, si, que digamos, no le dijimos que yo era su mejor amiga y puede ser que este confundido.

–Pues, en el colegio, somos compañeros de clases, así que...–Dije sin más, él, frunció un poco él ceño, se le notaba que estaba molesto, pero más que nada, celoso.

A decir verdad, esto es muy tierno, había que decirlo, además, Ryan, algunas veces, cuando James, lo observaba demasiado, se sonrojaba, y parecía un pequeño tomatito.

Creo, que voy a morir de un ataque de ternura con estos dos.

–Y ¿cómo conociste a Cameron?–Pregunto, con una ceja levantada, di un suspiro y respondí su pregunta.

–La profesora de historia nos mando a hacer un trabajo practico del libro "Dracula'' y como somos compañeros...–Respondí, él asintió y siguió comiendo los espaguetis que tenía en su plato.

Y otra vez, él silencio incomodo se hizo presente. Que digamos mi "plan'' de empezar una conversación. Creo que mejor esto, hay que resolverlo de otra manera, pero ¿cómo? tenía que idear otra "estrategia''

–Eh jane–Dijo Cameron rompiendo el silencio, yo levante la mirada de mi plato y nuestras miradas se conectaron.

–Si–Dije casi en un susurro.

–T-te tengo que dé-decir a-algo–Dijo tartamudeando y con sus mejillas un poco sonrojado. Yo asentí y me levante de la silla, sabía que lo que tenía que decir era algo en secreto, pero no sabía qué.

Camine hasta la salida del restaurante y hay, Cameron me empezó a decir lo que tenía que decir.

–Jane, tenemos que hacer algo para que este par empiece a hablar, si no está "cita'' sería un fracaso–Dijo con un acento de preocupación. Yo me quede unos minutos pensado, en como podíamos hacer que esto no sea tan incomodo y que además, ellos dos empiece a hablar.

Cameron también se quedo pensado, hasta que se le ocurrió una idea.

–Y que tal silos dejamos solo, después de comer, podemos decirles, que no tenemos que ir y lo dejamos–Dijo con una sonría en su rostro, había que admitirlo, no era mala idea, pero como que para que sea mejore, tenía que haber algo más.

¿ser nadie? eso no lo creo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora