Esperé a que ella entrara a la habitación, mientras esperaba, Álan se sentó a mi lado, leyendo una revista muy peculiar que estaba en la misma habitación, junto a su asiento, un poco extraña," Beauty tips for men" , extraño para una persona que ni le gusta leer.
-Está tardando mucho ¿no?-
-Si, eso me preocupa un poco- Aclaré
-Ya llevan como 32 minutos hablando, no se si serás tu la razón o puede ser que se quiere ligar a mi tía- Bromeó con una voz burlona.
-Álan mejor has silencio ¿quieres?, estas empeorando las cosas- Lo interrumpí, mientras leía su revista. Me molestó su comentario, de tal manera que poco a poco me quedé rendida en mi almohada.
-Merriam, Merry, oígo su voz- Susurró para despertarme, agitando suavemente mi hombro.
-¿Qué pasa?- Pregunté asustada.
-Oígo su voz- Aclaró.
-¿De quien hablas?- Pregunté confundida.
-Del doctor encargado de verte- Dejó su revista en la mesa al lado de mi cama, y esperó a que abriera la puerta.
-Está bien, todo estará bien, eso espero- Inhalé para tranquilizarme.
Efectivamente, se oía una voz, ya cerca de la puerta...
-Sra, Carol, por favor, le suplico que espere aquí afuera-
-Okey, esperaré, pero no se tarde mucho-
Se termina la conversación, hasta que tocan la puerta.
-¿Ocupado?- Pregunta el doctor, asomando su cabeza.
-No, pase- Respondí.
Entró completamente, parándose justamente frente de mi cama, para saludar. Era un chico alto, aparentaba una edad de 28 años, de tez pálida, de cabello negro, y ojos de color marrón, vestido con su uniforme, llevaba un broche azul, que parecía un ave, posiblemente el logo del hospital, con una carpeta llena de papeles con la mano derecha.
-Buenos días, me presento, soy el Doctor Roderick M.C, estoy encargado de velar por usted...- Saludó de forma amable.
-Si, si, ya me habían hablado sobre usted- Interrumpí sentándome en mi cama.
-¡Que rápido!, pasan los chismes por los corredores ¿no es así?, y usted debe ser Merrian ¿no?- Respondió de forma sarcástica.
-Está en lo cierto-
-Y usted ¿es un familiar de mi paciente?- Preguntó.
-Soy su primo, me llamo, Álan- Se levantó de su asiento para estrecharle la mano.
-Mucho gusto, pero necesito que me deje a solas, para hablar con mi paciente...-
-Me llamo Merriam, no paciente, no estoy enferma- Interrumpí de manera sarcástica.
-Ok, Merriam. Le pido el favor que espere afuera- Se le cambió su sonrisa, y Álan salió de la habitación, fijo sus ojos en mí.
-Discúlpeme por eso, pero estoy muy nerviosa- Comenté mientras me acomodaba el cabello.
-Es comprensible, derrepente está en su casa, y en un dos por tres esta en un hospital, en una camilla, con el suero repasando sus venas, es de comprender, si, puedo ver en sus ojos que esta por dentro muriéndose que la curiosidad por saber, lo que realmente paso ¿no es eso cierto?- Preguntó, dejando los papeles en cima de la cama, para caminar más cerca de mi- ¿Me puedes responder?-.
-Claramente estoy nerviosa, ¿me puede decir de que quería hablar usted conmigo?- Pregunté sin rodeos.
- Usted tuvo un desmayo, no una caída de por las escaleras, por la caída del desmayo, no tuvo contusiones graves. Su madre me comentó sobre su pérdida, y eso puede ser una de las causas, unas de las más probables, se puede decir, en la cual, las causantes como la ansiedad, el cansancio, o la fatiga, son las culpables. Para mejorar su salud "mental" necesita reposo, lo más favorable alejarse de aquellos recuerdos, o como en este caso "su hogar" para su seguridad y bienestar, patológicamente hablando, ¿me entiende?. E estado hablando con su madre, y me a hablado de una dicha mudanza ¿no es cierto?, y le sugerí que la hiciera lo antes posible, para su bienestar.-
-Entiendo, es decir que, ¿mi bienestar es salir de allí?-
-Ciertamente- Aclaró mientras no despegaba la mirada a su carpeta.
Dentro de mí, me puse más nerviosa, si me voy a esa casa, es allí adonde esta la verdad, las pistas, dichosas pistas, no me puedo ir de allí, hasta que lo consiga, necesito más tiempo, quisiera explicarles lo que realmente paso, pero pensaran que me estoy volviendo loca.
Ten cuidado con lo que descubres...
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Yo soy el Secreto
Misterio / SuspensoNuestra mente puede guardar millones de secretos, pero... La pregunta es, ¿hasta cuando puede guardarlos?, ¿nuestra mente soportaría la magnitud de cada uno escondiéndolos durante muchos años?. Puede ser que no. Pero, ¿cuanto afectaría nuestra men...