Meses atrás.
Fiore corrió a casa de su amiga, explicando sin detalle la situación con su papá, y que debía salir del país inmediatamente. Obviamente, no dijo nada sobre Giorno o la mafia. Su amiga, con ayuda de sus padres, le dieron dinero, para apoyarla, no muy convencidos.
Fiore salió de prisa y sin perder un segundo fue derechita al aeropuerto para salir de ahí. No quería saber nada de su padre o de Giorno, si era de la mafia y ese tal Esteban también, estaba en peligro.
Compró un boleto directo al único lugar que se le vino en mente, donde tenía familia: Morioh.
Yukako Yamagishi era una prima lejana; creía haberla visto una vez, de niñas, cuando su madre aún vivía, en una reunión familiar en Italia, ya que los habían ido a visitar.
No se le ocurría nadie más. Lo importante era: ¿cómo iba a encontrarla? Habían pasado muchísimos años de eso y no sabía cuál sería su aspecto actual.
La ventaja radicaba en que Morioh era bastante pequeño, tenía esperanzas de iniciar una nueva vida allí, si encontraba a su prima para comenzar, claro está, no quería dormir en la calle.
Los primeros días fueron duros, muy duros, tuvo que dormir en bancas, mientras racionaba la comida que había tomado. Iba de escuela en escuela, preguntando por su prima, después de todo, eran de la misma edad, era el único dato que tenía.
Hasta llegar a la escuela de Yukako, por fortuna.
—Hola, una pregunta, ¿conocen a una tal Yukako Yamagishi? —preguntaba a todos los alumnos que podía, obviamente en japonés; gracias a su madre había aprendido un poco del idioma.
—¿Yukako Yamagishi? Sí, viene a esta escuela —le respondió una chica más o menos de su estatura, con semblante amable.
—¿En serio? ¿Dónde está? Me encantaría verla, por favor... eh...
—Puedes llamarme Pam. Yukako es mi mejor amiga.
—¡Oh! Mucho gusto —se presentó Fiore, dándole la mano.
Pam notó inmediatamente que algo raro pasaba con la chica, se veía descuidada y hambrienta.
—Oye, no tarda en salir, de hecho, esperaba a su novio y venía para acá, podemos esperarla juntas.
—Claro, muchas gracias, Pam.
Y así iniciaron plática, hasta la llegada de Yukako, Koichi, Josuke y Okuyasu. A Fiore la intimidó un poco la severa mirada de su prima.
—¡Yukako! Esta chica estaba buscándote —anunció Pam, dándole un pequeño empujoncito a Fiore.
Fiore sonrió con vergüenza, mientras Yukako la veía de arriba a abajo.
—¿Te conozco? —preguntó fríamente.
—S-sí, probablemente no me recuerdes, Yukako... nos vimos de niñas hace mucho, soy tu prima —se presentó Fiore, diciendo su nombre real y haciendo una ligera reverencia—, fue en Italia, hace más de diez años...
Yukako abrió los ojos, poniendo una de sus manos en su mentón.
—¿Eres tú? ¿De verdad? —preguntó Yukako, levantando de su reverencia a Fiore, viéndola a la cara—. Cielos, ¡sí, eres tú! —gritó, abrazándola—. ¿Pero qué te pasó? ¿Por qué tienes heridas y te ves... así?
Fiore suspiró aliviada, la había encontrado por fin. Así que comenzó un relato corto:
—Yo... hui de casa, no podía estar más tiempo con ese hombre que se hacía llamar «padre», yo... —no pudo terminar, las lágrimas inundaron sus ojos sin previo aviso.
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Mia Ragazza. Giorno Giovanna X Lectora
FanficEsta es una historia centrada en ti (de nuevo), y un romance creciente con Giorno Giovanna. Si leyeron mi anterior historia: Una nueva emoción en Morioh, pues la cuestión es similar, sino lo explico: la historia puede ser una experiencia inmersiva...