capíтυlo O4

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Entiendo que lo que pasó pudo haberle incomodado en ese momento, pero... ¿Por qué arrancaría las hojas luego de escribir todo?

Apoyo mi cabeza en la parte atrás del sofá y miro a la pared por un rato, pensando en nada. Suspiro, y luego me pongo en pie, dejando el cuaderno encima del mueble. Me cambio la ropa para poder salir, y luego de llamar un Uber adentro el celular en el bolso. Tomo el cuaderno y lo pongo también dentro.

Me acerco a la puerta, y decido calzarme unas zapatillas deportivas. Luego de hacer esto, salgo de la casa, dejando todo cerrado.

Bajo las escaleras del edificio y subo al taxi. En mi recorrido paso por un puesto donde venden periódicos, y compro el de hoy.

Después de unos minutos, llego finalmente. Me apeo del auto y pago la tarifa, para luego entrar al gran edificio blanco justo enfrente.

Tomo el ascensor y subo al tercer piso. Me dirijo luego a la habitación número 325, y abro la puerta. Me sorprende ver acá al señor y la señora Yontararak junto a la camilla. Ellos me miran, obviamente asombrados también.

– Perdón. –digo, y hago ademán de darme la vuelta y marcharme, cuando me detiene la voz de uno de ellos.

– No, espera. –dice el señor Yontararak, haciéndome parar al instante. Me giro para verles– Ya nosotros íbamos de salida, puedes quedarte a solas con ella.

La expresión de ambos es demasiado sobria, y no sé si se debe al estado de su hija o a mi aparición.

Hago una leve reverencia con la cabeza y me muevo a un lado para que ambos puedan salir. Al estos dejar la habitación, cierro la puerta y me acerco a la camilla. Dejo mi bolso y el periódico encima de la mesita de noche, para luego mirar a la chica delante de mí. El silencio es exasperante, así que me decido a romperlo.

– Buenas tardes, hermosa.

Mascullo por lo bajo, a pesar de que sé que ella no me responderá nada. Siempre he tenido la convicción de que puede escucharme.

Una de mis manos se dirige a su cabello para apartar un mechón de este de su cuello, y dejo que mis ojos escruten cada facción de su rostro.

Esta misma mano la utilizo para acariciar su mejilla luego, y después de unos segundos la aparto. Sonrío leve.

– He traído el diario de hoy.

Agarro este de donde lo había puesto, y miro luego a Minnie.

– Intentaré leerte lo interesante, aunque sé que muy pocas cosas llamarían tu atención de ser tú la que estuviese leyendo.

Acerco a su lado una silla que no estaba muy lejos, y tomo asiento.

Pasa sobre un cuarto de hora mientras le dejo saber datos aleatorios de los acontecimientos más recientes en varios países.

Le leo del Príncipe William de Inglaterra, que ha dejado a su esposa Kate Middleton embarazada por cuarta vez; de que un retrato de una mujer transexual ganó un premio nacional de fotografía en Estados Unidos; de innovadores modelos de teléfonos que sacará una nueva marca china, y de otros temas que califico como los más amenos.

Luego de repasar con mis ojos por vez tercera las mismas páginas y no encontrar nada más que mereciese la pena leerle, cierro el periódico y lo pongo a un lado.

Me quedo mirándola por unos instantes, sin estar segura de qué hacer, y recuerdo que el diario está en mi bolso.

Recurro a este nuevamente, y ojeo sus entradas para detenerme en la fecha 21 de marzo. Es el día que viene justo luego de las páginas arrancadas.

Temo que hace unos días no expresé lo que sentía con suficiente claridad, así que me siento en el deber de escribir sobre el tema nuevamente, y tengo la esperanza de poder explicarme mejor.

Sí, lo hice. Le besé. Es una chica, la chica de mis sueños, y la besé. Y no sabía qué estaba haciendo, pero a su vez no podía detenerme. Y tengo una boda dentro de doce días, y tengo un prometido a quien quiero muchísimo, y tengo una familia que cuenta conmigo para el futuro de nuestra empresa, y tengo muchas otras cosas que debieron haberlo impedido... Pero no lo hicieron.

E increíblemente, todas las preguntas que solía formularme quedaron respondidas.

¿Es sólo atracción física? No.

¿Es amor, entonces? Definitivamente.

¿Cómo puedo estar segura? Es simple. Por primera vez en mucho tiempo, me sentí realmente feliz.

Y en ese instante en que me perdí en sus ojos y no tuve otra opción que poner fin a ese espacio entre ambas, todo se resolvió.

Supe que no había querido ni deseado a nadie más de la misma forma en que la quería y deseaba a ella . Todo y todos pasaron a un segundo plano. Nadie importaba tanto como ella, nada me dio más satisfacción que sentir sus labios respondiendo a los míos.

Sí, me pesó irme. Y me pesó demasiado. Pero no puedo darme el lujo de preocuparme solamente por mi bienestar. Si me quedaba, quién sabe qué hubiese pasado, y cuánto arrepentimiento podía haber traído cualquier decisión que tomara estando en esa situación. Así que lo mejor que podía haber hecho, era dejar todo ahí y pensarlo con calma.

Y he estado pensando bastante, dando mil vueltas al asunto. BamBam está en Tailandia en estos momentos, debido a algún que otro negocio del que debía encargarse. Pero me decidí a que cuando vuelva hablaré con él. Debe venir pronto.

No tengo ninguna seguridad con Yuqi en nuestra situación actual, pero definitivamente quiero intentarlo. Aparte, no creo que BamBam se merezca que le oculte la verdad, no sería justo. Si lo hago ya no estaría respetando sus sentimientos hacia mí, por lo tanto solo lo estaría haciendo por la alianza de la compañía de mi familia con la de la suya, y esto me convierte en una persona totalmente diferente.

En fin, que estoy decidida a hablarle y explicarle todo. Sé que le dolerá, al igual que a mí, pero esto es mucho mejor que mentirle y fingir que soy feliz cuando realmente no lo soy.

En cuanto a Yuqi, por el momento no me atrevo a hablarle, y no lo haré. Al menos hasta que tenga todo ordenado y aclarado, solo entonces puedo permitirme contarle toda la verdad sobre lo que siento, con esperanzas de que sea correspondido.

Cierro el cuaderno de repente, con más energía de la debida.

Minnie, tú... ¿Te habías decidido a poner fin a todo? ¿Por aquel beso?

Siento mis ojos cristalizarse, y no puedo evitar soltar una que otra lágrima.

Tell Me You Like Me (Esp) || Yuqi x MinnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora