capíтυlo O5

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Al salir del hospital, prefiero no llamar un taxi y simplemente caminar a casa. Es una larga ruta por recorrer, pero sinceramente no me importuna en lo más mínimo. Hay demasiadas cosas que quiero entender, y mucho que meditar, a pesar estar todo hecho y dicho.

Ni siquiera utilizo mis audífonos en el trayecto, la cantidad de pensamientos que fluyen en mi mente son más que suficientes para mantenerme ocupada.

Después de un rato de haber llegado a casa, ya he cenado y he hecho algo de todo el trabajo que tengo pendiente, así que decido dejarme caer en mi cama y sumirme nuevamente en el diario de Minnie.

Abro y paso unas páginas, hasta que veo una en la que el encabezado tiene la fecha de 25 de marzo. Comienzo a leer.

Creo que no soy exagerada si digo que me odio. Es lo menos que podría sentir hacia mí misma en estos momentos. Odio mi manera de actuar, odio la situación en que me encuentro, odio la mayor parte de los aspectos de mi vida.

Hoy volvió BamBam, y la fuerza de voluntad que tenía para terminar con él se esfumó por completo cuando vi que no bajaba él solo del avión. Venía acompañado de su madre.

Quedé estupefacta al verla, y en el instante que se acercó a mí con una sonrisa de oreja a oreja y me abrazó, me sentí todo lo culpable que nunca me había sentido en mi vida.

- ¡Minnie, querida! -exclamó, para luego separarse.

Yo seguía en total shock.

- Pensaba venir dos o tres días antes de la ceremonia, pero supe que mi hijo estaba allá, así que me decidí a volver con él. -sonrió nuevamente- De seguro hay mucho por preparar aún...

Me recompuse luego.

– Ah, pues... Sí, claro que sí. –sonreí lo más natural posible, y luego miré a BamBam.

Él soltó las maletas al momento y vino hacia mí para abrazarme. Besó mi mejilla y esbozó una sonrisa.

Te extrañé, princesa.

No pude evitar que mis ojos se cristalizaran. Aún no estoy segura de por qué fue. Quizá fue por el sentimiento de culpa; o porque me sentía frustrada; o porque no podía evitar comparar lo que siento junto a él con lo que siento junto a Yuqi, y él está en gran desventaja.

Ah, mira esto, mamá. –se giró hacia su madre, y prosiguió– Mira cuánto me extrañó. Incluso llora.

Me alegré por unos segundos de que lo interpretara así. Sonreí luego, y limpié mis mejillas.

No es nada, ah. –correspondí a su abrazo, para pronto separarme y tomar una de las maletas– Vamos entonces. El auto está allá afuera.

BamBam insistió en manejar él, así que su madre y yo nos sentamos en los lugares de atrás y conversamos durante todo el camino. Básicamente, ella preguntaba y yo asentía o negaba.

Antes de que todo ocurriese, me estaba imaginando que saldríamos del aeropuerto BamBam y yo solos, que iríamos a algún café o algo para hablar por un rato sobre su viaje y los problemas de los que se había encargado, y por último iríamos a casa, donde tendríamos la conversación en la que le diría la verdad y todo llegaría a su fin.

Tenía parte de mis cosas ya empacadas en el apartamento incluso, e iría a buscar el resto en otro momento.

Pero en esos instantes en el auto, cuando su madre me hacía todo un interrogatorio sobre la boda, no pude hacer más que sonreír y seguir la corriente, mientras a mi mente le era imposible pensar en algo más que no fuese Yuqi.

Tell Me You Like Me (Esp) || Yuqi x MinnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora