capíтυlo O6

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Pronto sentí unos toques a la puerta de mi cuarto, sabiendo al instante que se trataba de mi padre.

– Puedes entrar. –dije en el volumen necesario para ser escuchada, y me senté en la cama.

Pasó él luego, con una expresión inmutable, y cerró la puerta para dirigirse al pie de mi cama.

– ¿Cariño, qué es lo que pasa? –su rostro denotaba cansancio.

– ¿No te habló mamá?

– No, quiero escuchar lo que tú tengas que decir. –se acercó para sentarse en el borde de la cama.

Suspiré.

– ¿Son nervios antes de la boda, lo que te tiene así?

– Ojalá fuese solo eso, ah.

– ¿Bammie te trata mal? Dime y le doy una paliza.

No pude evitar reír ante la idea de mi padre intentando pegarle a mi prometido.

– No, en lo absoluto. dije en un tono risueño, pero a los pocos segundos volví a estar seria.

– ¿Entonces?

– Papá, yo... –intenté encontrar las palabras, optando al final por decirlo directamente– No creo que le ame lo suficiente.

Vi su expresión tornarse decepcionada en cuestión de segundos, y al momento me arrepentí de haberlo dicho.

Él no es como mi madre. No tendría el atrevimiento de decirme que igual me case con alguien que no amo, a pesar de que él es el más necesitado de que esta alianza suceda.

Levantó su vista del suelo, y me miró a los ojos.

– Princesa, si... esa es la conclusión a la que arrribaste, y estoy seguro de que lo pensaste mucho, entonces... –hizo una leve pausa– No tienes por qué casarte con él.

– Pero existe el problema de la empresa, y... yo soy la única esperanza para eso. –dije en voz alta lo que nos preocupa a todos.

– No, no... ya habrán otras maneras, siempre hay más de una solución. –me regaló una sonrisa, que sabía no era sincera.

– Pero, al menos es la manera más rápida, y más segura, de que todo se arregle. –mascullé, abrazando mis piernas luego.

– No te puedo negar eso, pero... si no le amas, no deberías casarte con él. Ya aparecerán otras vías, ya verás. –dijo, posando su mano en mi hombro y apretando de manera leve este.

No ignoré la manera en la que lo expresó: no deberías, no tienes que. Pero no utilizó un "no puedes" o un "no lo permitiré".

Luego retiró su mano de mi hombro, y miró abajo con un suspiro.

– Pequeña, yo... –buscó con sus ojos los míos– Lo siento. Por haberte puesto en esta situación, por haberte hecho creer que esta era la única manera. Yo... pensé que le querías.

– No, no. Papá, no tienes la culpa de nada. La verdad es que sí le quiero, le quiero muchísimo y es una persona muy importante en mi vida, pero... nunca realmente llegué a amarle, ahí el por qué de todas mis dudas.

– Igual discúlpame. No pude darme cuenta, debí haber—

– Papá, lo hecho, hecho está. No estoy enojada contigo, ni nada por el estilo. –solté mis piernas y me senté de una manera más cómoda, para poder abrazarle– He pensado muchas cosas, pero ninguna de ellas ha sido que todo esto es tu culpa. Yo soy la responsable de que la situación haya llegado a este punto, y actuaré como tal.

Dije eso más temprano con mucha seguridad, y me he pasado el resto del día pensando en cómo realmente actuar.

Pasado mañana parte el vuelo a Jeju para todos los invitados a la boda. Dios, serían tantas cosas desperdiciadas si se cancela todo.

A estas alturas, Yuqi... ya recibió la invitación.

Mis ojos abandonan las páginas, y siento estos cristalizarse. Los recuerdos del día que recibí la invitación invaden mi mente.

Me acuerdo de que Minnie no dejaba de rondar por mi mente en esos días, menos aún después de aquel beso. Una parte de mí tenía la esperanza de que llegara a mi casa, me dijera que había cancelado todo, y se volvieran a encontrar nuestros labios. Pero en vez de recibirla ella, recibí la invitación a su boda.

Todo sería un lujo: en la Isla Jeju, con el vuelo pago para todos los invitados, una estadía de tres días también financiada por ellos, etcétera etcétera. Hasta el perfume de la tarjeta de invitación olía a elegancia.

Pero todo esto fue en lo que menos reparé en ese momento. En seguida que vi un nombre junto al otro, sentí que me desmoronaba. Me vine abajo, y así estuve los próximos días.

Algo en mí tenía aún esa tonta llamita encendida, creyendo que en cualquier momento aparecería ella llamando a mi puerta.

Pero nunca lo hizo.

Tell Me You Like Me (Esp) || Yuqi x MinnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora