adiós | HopeKook |

02

Después pasó todo de una manera rápida. Te veía feliz y luego escuchaba rumores de que querías intentarlo con otra persona, dejaste de mandarme mensajes y me di cuenta de que ese sentimiento bonito que sentía por ti, se convertía poco a poco en algo extraño. Ya no eran mariposas, si no que mi estómago daba vueltas cuando te veía pasar y no te girabas a verme, o saludarme o decir algo para que me quedara cien por ciento claro que esto no llegaría a más. No entendía tus razones, pero era algo que tenía que ser aceptado quisiera o no. Yo no podía obligarte a estar conmigo y me lo repetía constantemente. Quería hablarte, pero no te hacía falta, estabas bien así. Tenía que resignarme, porque yo no era lo que tú querías en esos momentos y mi intención no era acosarte ni hacerme una víctima porque mi amor no era correspondido.

(...)

Graciosa.

Si tuviera JungKook que describir su situación con una sola palabra, sería; Graciosa.

¿Quién diría que terminaría en la misma situación que en algún momento se le hizo tonta?

Sus ojos estaban ya cansados, su mente desechaba ilusiones fallidas en gotas de lluvia, lluvia que provocaba una tormenta en su corazón. ¿Por qué dolía tanto si ni si quiera era el chico más guapo? Su ausencia le dejaba un volco en su estómago cada vez que se acercaba sin decir una sola palabra.

¿Dónde habían quedado las palabras bonitas? Eran también un engaño para destrozarlo cuando le diese la gana, eran crueles y tristes mentiras. Y aunque JungKook podría decir que Hoseok era la peor persona del mundo por ser el causante de la nube en su corazón, algo no se lo permitía, la misma nube le cegaba constantemente.

Sus noches ya no eran lindas. Eran los momentos donde pensamientos tristes llegaban a su cabeza. Mamá salía con sus amigas, su perro dormía y papá nunca estaba en casa, no había nadie para distraerlo nadie para contener esas lágrimas y sollozos silenciosos.

¿Y sus amigos? A JungKook nadie le mostró apoyo porque decían que era obvio que Hoseok jamás saldría con alguien como él. Decían que solito se lo buscó, que ya se le pasaría, que su corazón roto no era más que un capricho. ¿En verdad sus noches en vela eran solo porque sí, sus cicatrices eran falsas y sus sentimientos un mal momento?

Ahora Hoseok era otro extraño más. Eso era suficiente como para que JungKook se destrozara internamente, que su autoestima baje, que no le importe vivir de una manera miserable porque era lo que se merecía. Merecía esconderse todas las clases detrás de un libro para poder seguir admirando su belleza, porque no era digno de tenerle cerca. Merecía crear su mundo imaginario donde ambos eran felices juntos, aunque sabía que nunca pasaría. Merecía pensar que algún día, Hoseok se daría cuenta que el amor de JungKook era el más sincero que podría encontrar.

¿Acaso amar de verdad ya no era suficiente? Mierda, JungKook tenía tanto para dar, sin embargo, creía que merecía tan poco... creía merecer todo lo que le estaba pasando.

Sunmi ahora era feliz. JungKook admiraba cómo había cambiado después de que su decepción amorosa había pasado. ¿Algún día podría ser igual que ella? Digo, sabía que esa chica era especial, su amiga tenía potencial para cualquier cosa, era fuerte y además de todo, hermosa. JungKook quería acercarse a ella y pedirle algún consejo, pero bueno... ya no hablan para nada.

Se siente solo. ¿En verdad así se sentía tener el corazón roto? Su primer amor era una mierda, jamás debía haber pensado si quiera en un final feliz. ¡JungKook ni si quiera el tipo de persona que se abría fácilmente a alguien! Pero terminó dejando que ese hombre entrara en sus pensamientos como si fuera su hogar. ¿Por qué ahora todo se trataba sobre él? Ya ni si quiera se acercaba a pedir tareas, estaba claro que Hoseok no quería verle más.

Es asqueroso pasar por la pérdida de una persona que aún está viva, llorar y extrañar algo que nunca fue.

Pero cuando se paraba en frente suya, tenía que actuar como si estuviese bien... porque ni si quieran fueron nada como para que le doliera de esa manera. Hoseok pensaría que es un extraño. Un extraño que sabe que su primer amor no fue correspondido.

(...)
Terminé bien, los días pasaron y me sentía mucho mejor. Ya no lloraba ni tampoco pensaba tanto en querer correr y abrazarte. Me excusaba mucho en que yo era una niño y que esto no era más que una etapa que todos teníamos que vivir, que lo que "pudo haber sido" no ocurriría jamás y que ni si quiera hablamos lo suficiente como para querer anclarme de esa manera.

Siendo sinceros, sentarme a tu lado ya no era tan bonito, ni escucharte hablar lograba ponerme tan feliz como antes. De hecho, me ponía demasiado triste pensar que jamás podría llegar a ser lo que yo imaginé. Así que me alejé lo más que pude, siendo consciente de que en cualquier momento podría llegar a caer, que si algún día decidieras volver a hablarme como lo hacías, quedaría completamente indefenso y volvería al mismo sentimiento de ilusión y mariposas. Pero ya no quería, en verdad me sentía un tonto por esperar tantas cosas de tu parte y que siempre al final del día mis ilusiones cayeran descaradamente porque no había ni una sola señal.